Abies nordmanniana Aurea

El Abies pinsapo conocido como el abeto español o de Andalucía es una especie endémica de las montañas del sur de la península ibérica y Marruecos. Este gran conífero es apreciado por su singular porte, en pirámide estrecha e irregular y su foliación muy rígida como de plástico dispuesta en forma de cepillo alrededor de la rama de un verde dorado. De crecimiento lento pero rústico y muy resistente a la sequía, también es un árbol majestuoso que se puede instalar de forma aislada, en los límites de un jardín lo suficientemente amplio para acogerlo, o incluso en maceta en suelo ordinario y seco. Esta hermosa especie mediterránea prospera especialmente bien en jardines secos, en cualquier tipo de suelo drenado aunque sea pobre.

El abeto español, a veces también llamado abeto de Andalucía, es un conífero de la familia de las Pináceas originario de las montañas medias y altas de Andalucía y Marruecos. Crece en suelos secos y cálidos pero también soporta fríos de hasta -25°C. En la naturaleza, esta especie con porte cilíndrico se vuelve tabular con la edad formando a menudo varias flechas. Alcanza hasta 25 metros de altura. Fue introducido en Francia por su interés ornamental en 1939. El abeto español se distingue de otros abetos por un porte bastante rígido cónico regular y denso que con la edad se vuelve cilíndrico. Su silueta se eriza de múltiples ramas frondosas de unos diez centímetros. Su crecimiento permanece lento a lo largo de su vida a diferencia de otros abetos y se mantiene de tamaño medio sin superar los 25 metros. Sus acículas casi cilíndricas dispuestas en escobillón y cubiertas por una gruesa capa de cera son cortas de 10 a 15 mm y presentan 2 bandas blancas en sus 2 caras a diferencia de otros abetos, lo que le otorga un excepcional tono gris azulado. Truncadas en sus extremos, son muy agradables al tacto. La corteza del tronco presenta un gris nacarado que se vuelve agrietado con la edad.

Los conos masculinos de 1 cm forman ramos muy decorativos en los extremos de las ramas bajas, mientras que los conos femeninos blancos rosados y ligeramente curvados apuntan orgullosamente hacia el cielo en la cima del árbol, midiendo hasta 10 a 15 cm de longitud. Se vuelven marrones cuando maduran y a menudo solo aparecen después de 20 años, excepto en sujetos injertados.

En nuestros jardines, el Abies pinsapo Aurea puede alcanzar 20 metros de altura por 6 metros de envergadura después de muchos años, por lo que es importante tener en cuenta su desarrollo futuro al comprarlo. Este árbol tiene un tronco rectilíneo que se puede podar para facilitar la circulación y ramas muy densas. Su crecimiento muy lento y su resistencia particular a la sequía y al calor del sur también permiten cultivarlo en maceta en una terraza. Encontrará su lugar en cualquier jardín bien expuesto al sol, en suelo moderadamente pobre y drenante, y con buena calidad de aire ya que tolera mal la contaminación. Combínelo con otros coníferas de follaje verde o glauco como el Juniperus común Arnold y plantas de la garriga como romero, cistus, terebinto.