Abies nordmanniana Münsterland

El Abies nordmanniana 'Münsterland' es una variedad en miniatura del famoso abeto del Cáucaso que se invita en Navidad en nuestros interiores. Este conífero enano evoca un cojín de ramas escalonadas, de porte prostrado, cubierto de un follaje denso con numerosas pequeñas acículas de un verde claro. Parece aplastado en el suelo, en un montón de pequeños brotes azulados de gran frescura. Resistente y de crecimiento lento, aprecia los suelos bastante frescos, no demasiado calcáreos y la media sombra, es perfecto para una rocalla, una ladera rocosa, la decoración de un pequeño jardín o una bonita maceta.

El Abies nordmanniana, a veces llamado también abeto del Caucaso o abeto de Crimea, es un conífero de la familia de las pináceas originario de las regiones templadas de Asia occidental: Georgia, Rusia, Armenia, hasta el sur del Mar Negro en Turquía y Crimea. Crece en bosques de montaña, en un clima continental bastante húmedo, aunque tolera temporalmente la sequía. En la naturaleza, esta especie puede alcanzar los 60 metros de altura y forma un tronco que puede medir hasta 2 metros de diámetro.

'Münsterland' es una forma enana y prostrada que no supera los 30 cm de altura por 50 cm de envergadura, después de 10 años de cultivo. Este pequeño árbol tiene un tronco corto recto y ramas bajas muy extendidas. Su crecimiento es muy lento. Sus hojas en forma de acículas planas son de color verde claro y brillante, con dos bandas claras en el envés. Las ramas tienen una forma redondeada, debido a la implantación radiante y muy densa de las acículas. Su corteza gris marrón es lisa, a veces se arruga en ejemplares adultos.

El Abies nordmanniana 'Münsterland' es ideal para adornar una ladera o decorar pequeños jardines, gracias a su crecimiento lento y su pequeño tamaño. Con su silueta de abeto de Navidad en miniatura, lucirá maravillosamente en tus rocallas, especialmente si se planta en grupos de 3 ejemplares. Las verdaderas cualidades gráficas de los coníferos enanos se imponen naturalmente en el diseño de un jardín contemporáneo, que prefiere el esteticismo de las formas, las siluetas y las texturas a las floraciones. Estas plantas con una fuerte personalidad estructuran de forma duradera un macizo, marcan los senderos, bordean la terraza, sustituyendo fácilmente la presencia fuerte del boj recortado. Sirven de marco para pequeños rosales, peonías o gramíneas despeinadas con un temperamento muy complementario. También se pueden asociar con plantas cubresuelos como aubrietas, cerastiums y arbustos con flores. Todo consiste en jugar con los volúmenes y los colores.