Chamaecyparis lawsoniana Elwood's Gold

El Cupressus lawsoniana 'Elwood's Gold' es una variedad de Ciprés de Lawson interesante por su pequeño desarrollo, su bonito porte en columna ancha y erecta, y la hermosa coloración dorada de su follaje primaveral. Esta luminosa variedad también tiene un crecimiento muy lento, cualidades buscadas para el embellecimiento de espacios pequeños y terrazas. Aunque no es difícil de cultivar, este conífero aprecia el sol y suelos drenados no demasiado secos, sueltos y fértiles.

El Ciprés de Lawson, a veces llamado falso ciprés, es un majestuoso conífero de la familia de las cupresáceas originario de los bosques costeros húmedos del noroeste de los Estados Unidos. En su entorno, a menudo alcanza más de 30 m de altura, con un tronco que se acerca a 1 m 20 de diámetro. Su porte es recto y cónico, y sus ramas colgantes forman cortinas suaves vestidas con un follaje verde bastante oscuro, azulado. Ha dado lugar a numerosos cultivares entre los que se encuentran una amplia selección de plantas de estatura modesta, más adecuadas para el tamaño de nuestros jardines.

La variedad 'Elwood's Gold' fue introducida por Hillier (GB) y obtenida antes de 1968. Se trata de una muy bonita forma reducida de esta especie. Desde temprana edad muestra un porte muy denso, cónico y regular, sin superar los 1,50 m de altura por 70 cm de ancho después de 10 años de cultivo. En la madurez, formará un arbusto de 3 m de altura por 1,50 m de envergadura. Emite numerosas ramas delgadas y aplanadas, cubiertas de hojas en escamas de dos tipos, coloreadas de amarillo intenso al brotar en los extremos de las ramas en primavera, adquiriendo luego un tono más verde grisáceo, conservando hermosos reflejos verde lima según la iluminación.

El Cupressus lawsoniana 'Elwood's Gold', auténtico cono de luz en primavera, es ideal para decorar una rocalla, un macizo, o incluso plantarse en grupo de 3 ejemplares en una maceta. No requiere poda. Las verdaderas cualidades gráficas de los cipreses enanos merecen ser invitadas más a menudo en nuestros jardines, aportando una estructura permanente. Estas plantas bastante discretas en verano vuelven a destacar en invierno, cuando las floraciones han abandonado nuestros jardines. Perfectos en un entorno contemporáneo, que prefiere el esteticismo de las formas, siluetas y texturas a la danza de las floraciones, los cipreses de pequeño tamaño también tienen su lugar en paisajes más clásicos, e incluso románticos : marcan los senderos, bordean la terraza, sustituyendo fácilmente la presencia fuerte del boj recortado. Sirven de marco a pequeñas rosas, peonías o gramíneas despeinadas con un temperamento muy complementario. También se pueden asociar con brezos, otros cipreses de porte rastrero, plantas cubresuelos. Lo importante es jugar con los volúmenes y los colores.