Chamaecyparis pisifera Tsukumo - Falso ciprés sawara

El Chamaecyparis pisifera 'Tsukumo', también conocido como Ciprés Sawara, es un diminuto conífero, verdaderamente miniatura. Crece muy lentamente formando un pequeño cojín globular con una vegetación muy densa, de aspecto muy cuidado, vestido con un follaje verde esmeralda y azul plateado en el reverso. Ocasionalmente, algunos tallos emergen del cojín, dándole a la planta otra dimensión y mucha personalidad. Esta variedad, ya antigua, sigue siendo una de las mejores para la rocalla y los espacios reducidos, adaptándose también perfectamente al cultivo en macetas. Prefiere una exposición soleada o semisombra, un suelo más bien fresco pero ligero y bien drenado, humífero.

El Chamaecyparis pisifera es una robusta especie japonesa perteneciente a la familia de las cupresáceas, que puede alcanzar los 45 m en estado natural. Se utiliza principalmente por su madera inalterable de color amarillo limón, en la fabricación de muebles lacados y para la construcción de numerosos edificios como los palacios en su país de origen. Ha dado origen a numerosos cultivares, clasificados en cuatro grupos: 'Plumosa', 'Squarrosa', 'filifera' y 'Nana'.

La variedad 'Tsukumo' fue obtenida en 1967. Esta planta forma, tras muchos años, un hermoso cojín persistente de porte globular, un poco más ancho que alto, que no supera los 25 cm de altura y 30 cm de envergadura a los 20 años. Su tamaño adulto es de 30 a 40 cm de altura por 50 a 60 cm de envergadura. Sus tallos muy juntos tienen una textura notable. Están cubiertos en su extremo por pequeñas ramas dispuestas planas, en abanico, cubiertas de un follaje verde esmeralda en la parte superior. Las hojas jóvenes son aciculares (lineales, rígidas y puntiagudas), mientras que las hojas adultas son escamosas y puntiagudas, de tono más oscuro. El reverso de estas hojas muestra una banda azulada a plateada muy marcada, correspondiente a una hilera de estomas (los 'poros' en el epidermis de la planta). Su corteza, poco visible, es de un rojo oscuro, de aspecto filamentoso.

El Chamaecyparis pisifera 'Tsukumo' es considerado como una de las variedades enanas más destacadas en las rocallas o los pedregales. También es ideal para la plantación en macetas en la terraza. Por su crecimiento muy lento y su silueta redonda, que prescinde de la poda, se lucirá junto a variedades más altas, con porte columnar, piramidal o cónico estrecho. Las verdaderas cualidades gráficas de los coníferos enanos se imponen naturalmente en el diseño de un jardín contemporáneo, que prefiere el esteticismo de las formas, las siluetas y las texturas a la danza de las floraciones. Estas plantas, con su permanencia tranquilizadora, estructuran duraderamente un macizo, marcan los pasillos, bordean la terraza, sustituyendo fácilmente la presencia fuerte del boj recortado. Sirven de marco a pequeñas rosas, peonías o gramíneas despeinadas con temperamentos muy complementarios. También se pueden asociar con plantas cubresuelos como aubrietas, artemisas enanas, cerastis, así como con pequeñas vivaces. Lo importante es jugar con los volúmenes y los colores.