Sugi Vilmoriniana - Cryptomeria japonica

El Cryptomeria japonica Vilmoriniana es una de las mejores formas enanas del Cedro del Japón. Todo está reducido en esta variedad, desde sus agujas muy cortas hasta su vegetación, pasando por sus numerosas ramas. Forma una bola compacta y crespa de un verde luminoso la mayor parte del año, transformándose en otoño e invierno bajo un manto teñido de marrón-rojizo. Un desarrollo reducido, un crecimiento muy lento y una buena aptitud para el cultivo en maceta hacen de este arbusto persistente una excelente elección para decorar pequeños jardines, rocallas y terrazas. Las selecciones enanas de Cryptomeria japonica suelen ser mucho más adaptables que su ancestro gigante que habita en los bosques húmedos de Japón: estos pequeños arbustos persistentes toleran mejor los suelos secos y la presencia de caliza en el suelo.

El Cryptomeria japonica es un gran conífero de la familia de las taxodiáceas originario de Japón. En su país de origen, este árbol se planta comúnmente alrededor de los templos religiosos. Es una especie de clima suave y luminoso, de tipo oceánico, húmedo todo el año y suave en invierno. En Asia, este árbol forestal con apariencia de secuoya a veces alcanza los 60 m de altura, con un tronco de 4 m de diámetro cubierto de una corteza rojo-marrón que se desprende en tiras verticales. En nuestras latitudes, alcanza de todos modos de 30 a 40 m de altura. El follaje persistente de esta conífera está compuesto por agujas dispuestas en espiral alrededor de las ramillas. El cedro del Japón ha dado lugar a numerosos cultivares seleccionados por su reducido desarrollo, el aspecto de su follaje, su resistencia al frío y su mejor tolerancia a nuestros suelos y climas medios.

'Vilmoriniana' es una antigua variedad británica siempre apreciada por su porte compacto y su facilidad de cultivo. De crecimiento muy lento, alcanzará 60 cm en todos los sentidos a la edad de 10 años y rara vez más de 1 m después de muchos años. Su porte es globalmente globular, su vegetación densa está compuesta por ramas cortas. La corteza de este pequeño árbol luce un hermoso color marrón-rojizo que añade encanto. Su follaje adulto, también muy denso, está compuesto por agujas cortas y curvadas de un hermoso verde claro y vivo. Los nuevos brotes estivales son de un verde más claro. El follaje se tiñe de rojo y marrón en otoño e invierno, aportando algo de animación al jardín un poco desnudo. Esta variedad es rústica hasta -15°C, no necesita poda y puede ser conducida como bonsái.

El Cryptomeria japonica Vilmoriniana es una planta de acento que aporta volumen y color al jardín en cualquier estación. Su follaje y su porte en bola realzan a todas las demás plantas en la temporada cálida, y sus tonos de otoño e invierno permiten crear asociaciones inesperadas y llenas de color. Por su facilidad de cultivo, su personalidad y su desarrollo muy reducido, es una planta perfecta para pequeños jardines, rocallas, macizos y terrazas. Esta planta combina bien con grandes piedras, líneas geométricas y trabajos de albañilería. Se puede asociar con otros arbustos de rocalla (Abelia prostrata, Berberis darwinii o thunbergii atropurpurea Nana, brezos) de coníferas enanas con porte rastrero (Juniperus horizontalis Blue Chip), globulares o columnares, de diferentes colores. Las verdaderas cualidades gráficas de las coníferas se imponen naturalmente en el diseño de un jardín contemporáneo, que prefiere el esteticismo de las formas, las siluetas y las texturas a la danza de las floraciones. Estas plantas con una permanencia tranquilizadora estructuran duraderamente un macizo, marcan los pasillos, bordean la terraza, sustituyendo fácilmente la presencia fuerte del boj recortado o del acebo. Todo consiste en jugar con los volúmenes y los colores.

Usos/propiedades:

La madera del Cedro del Japón es agradablemente aromática, de un hermoso color rojo rosado, ligera pero resistente e inalterable. En Japón se utiliza ampliamente en todo tipo de construcciones, tanto exteriores como interiores.