Ciprés leylandii Gold Rider - Cupressocyparis

El **Cupressocyparis leylandii Gold Rider** es una variedad de **Ciprés de Leyland apreciada por su vigor, densidad y el hermoso color amarillo limón de su follaje primaveral y estival**. Más claro que el de las variedades de follaje dorado, su vegetación también resiste mejor al sol. Este gran conífero de porte piramidal crece rápidamente, permitiendo obtener rápidamente una pantalla verde bien ocultante. Sin embargo, será necesario podarlo al menos dos veces al año para mantenerlo a una altura razonable. Los ejemplares jóvenes también requieren tutores. Dejado libre, este ciprés constituye un árbol muy bello, para colocar bien a la vista en un gran jardín. El **(x) Cupressocyparis leylandii** es un híbrido espontáneo entre el **Cupressus macrocarpa**, el ciprés de Lambert o de Monterey, nativo de los bosques que bordean el centro de la costa californiana, y el **Chamaecyparis nootkatensis**, el falso ciprés de Nutka, nativo de la parte norte de la costa occidental de América del Norte. Estos dos coníferos rústicos, de gran desarrollo, adaptables al suelo, aprecian climas bastante húmedos. Ambos pertenecen a la familia de las Cupresáceas. El cultivar 'Gold Rider', descubierto **en Boskoop en 1986**, difiere del ciprés de Leyland clásico principalmente por la coloración de su follaje y su porte más denso. A diferencia de otras variedades de follaje dorado, esta soporta bien una exposición soleada. Su **crecimiento es muy rápido**, después de un período de instalación. El ciprés 'Gold Rider' **alcanzará** en promedio 5 m de altura por 3,50 m de ancho en 10 años si se poda regularmente, y superará los 18 m de altura a largo plazo si no se poda. Este conífero muestra un porte naturalmente regular, piramidal y denso. Sus ramas flexibles y ligeramente erectas se visten con un follaje bastante grueso cuando se observa de cerca, aromático al ser aplastado. Su olor es ligeramente ácido. Sus pequeñas hojas triangulares embotadas están superpuestas en cortas ramas cilíndricas, a su vez implantadas en ramas. Los brotes jóvenes son de color amarillo limón claro en primavera y verano, luego el follaje se vuelve verde en otoño e invierno. Este conífero produce polen que puede ser alergénico para algunas personas, a principios de primavera. Los conos femeninos, globulares y verdes, se vuelven marrones cuando maduran. La corteza marrón rojiza adquiere un tono grisáceo con la edad. El sistema radicular de este árbol es pivotante, lo que le permite anclarse profundamente en el suelo para extraer agua y nutrientes, y **resistir al viento, incluso fuerte**. Su **rusticidad es excelente, del orden de -20°C**. El **Ciprés de Leyland Gold Rider, muy luminoso**, permite romper la monotonía de un decorado invariablemente verde durante todo el año. Es perfecto en un seto cuyo papel será proteger el jardín, en los límites del campo o frente al mar, por ejemplo. Sin embargo, mantenerlo a una altura de 4 o 5 metros resulta bastante restrictivo, lo que requiere podas repetidas desde temprana edad. Para un seto medianero, opte más bien por una mezcla de arbustos perennes de estatura más modesta: **Eleagno**, **fotinias**, **laurier tins**, **troenos**, **evónimo del Japón**, **laurel cerezo**, **osmantes**, mucho más fáciles de contener en proporciones razonables. **En un gran jardín o parque, el ciprés de Leyland se convierte en pocos años en una majestuosa pirámide**, si crece libremente. Así, puede ser colocado aislado o mezclado con otros grandes arbustos en un seto que favorecerá mucho más la biodiversidad en el jardín. Colocado aislado en un gran jardín, es un árbol magnífico. **Como muchos coníferos, se integra en jardines de todos los estilos**, contemporáneo, salvaje, romántico o inglés.