Juniperus conferta Schlager - Enebro

El Juniperus conferta 'Schlager' es un Juniperus de las playas con porte rastrero y muy extendido. Con el tiempo forma un hermoso tapiz con ramas escamosas y flexibles, cubierto de un magnífico follaje verde plateado. Este conífero de crecimiento lento es muy rústico en un suelo muy drenado. Es una excelente planta cubresuelos para decorar una gran ladera, una rocalla o una maceta en la costa, ya que está perfectamente adaptado a la salinidad del suelo y a las salpicaduras del mar. Sin embargo, se adapta muy bien a muchos climas, muy lejos de la costa. Aprecia pleno sol en un suelo ligero, no demasiado calcáreo, incluso pobre.

El Juniperus conferta, llamado por los angloparlantes "enebro de playa", es un conífero persistente y rastrero perteneciente a la familia de las cupresáceas, que incluye especies cercanas como los cipreses y los chamaecyparis. Es originario de algunas regiones dunares de Japón y de la isla de Sajalín en Rusia. En su entorno natural, es una planta densa de 25 a 45 cm de altura que se propaga rastreramente, sus tallos ramificados se extienden lentamente para formar un arbusto bajo de 2,20 m de envergadura. Esta especie aprecia los climas costeros, suelos pobres, ligeros, arenosos y/o ligeramente ácidos pero se "despluma" en condiciones áridas.

El enebro 'Schlager', proveniente de esta especie, forma en 10 años un arbusto rastrero, de porte muy extendido, midiendo 30 cm de altura con una envergadura de más de 2 m. Crece lentamente cuando es joven, luego su crecimiento se acelera un poco con la edad. Las ramas extendidas son primero erectas, luego arqueadas, dando al follaje un aspecto muy flexible. Se enraízan fácilmente al contacto con el suelo, permitiéndole cubrir eventualmente superficies importantes. Su follaje plumoso está compuesto por dos tipos de hojas; las juveniles tienen apariencia de escamas mientras que las hojas adultas son acículas. Sus pequeñas hojas juveniles, muy apretadas, desprenden al frotar un olor resinoso y aromático. En primavera, los jóvenes brotes verde vivo emergen de un follaje verde plateado. Los enebros tienen un sistema radicular superficial que los hace frágiles frente a la trasplantación, los vientos fuertes y difíciles de asociar con plantas perennes.

El enebro rastrero 'Schlager' es un conífero extraordinario, de gran frugalidad, que conquista el espacio en zonas difíciles siempre que estén soleadas. Si es ideal en un jardín costero, se adoptará sin reservas en cualquier suelo ligero, en una gran ladera, entre las rocas, encima de un muro o de una tapia o cerca de una piscina, ya que combina bien con las líneas geométricas y las estructuras de mampostería. También se puede instalar cerca de un punto de agua, en una pendiente, descendiendo por un pedregal. Se adapta muy bien también al cultivo en maceta. Las verdaderas cualidades gráficas de los coníferos se imponen naturalmente en el diseño de un jardín contemporáneo, que prefiere el esteticismo de las formas, siluetas y texturas a la danza de las floraciones. Estas plantas de permanencia tranquilizadora estructuran de forma duradera un macizo, marcan los pasillos, bordean la terraza, sustituyendo fácilmente la presencia fuerte del boj recortado o del acebo. Se asocian bien con las gramíneas despeinadas como los barrones y las tipuanas con temperamentos muy complementarios. Todo es jugar con los volúmenes y los colores.