Juniperus horizontalis Icee Blue - Enebro rastrero

El Juniperus horizontalis 'Icee Blue', también conocido como enebro rastrero o enebro horizontal, forma con el tiempo un hermoso tapiz de ramas escamosas, cubierto de un follaje magnífico, intenso azul plateado, que adquiere bajo el efecto del frío invernal un tono purpúreo. Este vigoroso conífero y extremadamente rústico es un excelente cubresuelos para adornar un gran talud, una rocalla o un recipiente. Está perfectamente adaptado a condiciones difíciles y crece bastante rápido. Aprecia plenamente el sol directo y un suelo bien drenado, incluso pobre, ocasionalmente seco y calcáreo.

El Juniperus horizontalis es un conífero persistente y rastrero perteneciente a la familia de las cupresáceas. Es originario de las regiones septentrionales de América del Norte, lo que explica su excelente rústico. En su entorno natural, presenta un porte rastrero, muy extendido, pudiendo alcanzar 45 cm de espesor y 2 a 4 m de envergadura. Esta especie aprecia los climas frescos, los suelos pobres, arenosos y/o calcáreos y no teme las condiciones áridas.

El enebro horizontal 'Icee Blue' (‘Monber’) fue descubierto en el vivero Bergman, en el estado de Illinois en los Estados Unidos, en 1978. Se cree que proviene del J. horizontalis ‘Wiltonii’. Después de 10 años, forma un arbusto rastrero, de porte muy extendido, que mide 15 cm de altura con una envergadura de más de 2 m. Crece bastante lentamente cuando es joven, luego su crecimiento se acelera con la edad. Las ramas extendidas pueden enraizarse, por lo que un solo pie puede cubrir eventualmente una gran superficie. Su follaje está compuesto por dos tipos de hojas; las juveniles tienen apariencia de escamas mientras que las hojas adultas son acículas. Sus pequeñas hojas juveniles, muy juntas, desprenden al frotar un olor resinoso y aromático. El follaje es de un azul plateado intenso, los extremos de las ramas maduras adquieren un bonito tono purpúreo. Esta variedad no fructifica. Los enebros tienen un sistema radicular superficial que los hace frágiles frente a la trasplantación, a los vientos fuertes y difíciles de asociar con plantas vivaces.

El enebro rastrero 'Icee Blue' es un conífero extraordinario, de gran frugalidad, que conquista el espacio en las zonas más difíciles del jardín siempre y cuando estén soleadas. Se adoptará sin reservas en un jardín seco, en un gran talud, entre rocas, sobre un muro o cerca de una piscina, ya que se combina bien con las líneas geométricas y las construcciones de mampostería. También se puede colocar cerca de un punto de agua, en voladizo, descendiendo por una pedregosa ladera. Se adapta también muy bien al cultivo en maceta. Las reales cualidades gráficas de los coníferos se imponen naturalmente en el diseño de un jardín contemporáneo, estas plantas con una presencia duradera estructuran de manera duradera un macizo, sustituyendo fácilmente la fuerte presencia del boj recortado o del acebo. Se combinan bien con los mahonias, o con las gramíneas despeinadas con un temperamento muy complementario. La clave está en jugar con los volúmenes y los colores.