Larix decidua Krejci - Alerce europeo

El Larix decidua Krejci es una de las raras formas enanas del alerce europeo (junto con Little Bogle). Este conífero caducifolio tiene un porte extremadamente retorcido, bastante anárquico, con ramas que se orientan en todas las direcciones. En primavera, se cubren de un follaje compuesto por acículas verdes claras brillantes, que se tornan amarillas en otoño. Es perfecto en una rocalla y se presta bien al arte del bonsái. Muy resistente, esta variedad de origen montañoso aprecia un suelo ligero y un poco húmedo, sin demasiado calcáreo, incluso pobre, así como una exposición soleada.

El alerce europeo, Larix decidua, es un gran conífero que puede alcanzar los 30 m de altura, cuyo follaje caduco cae en otoño. Es originario de las montañas del centro y sur de Europa, donde se encuentra a una altitud entre 1400 y 2400 m. Es una especie pionera capaz de mejorar suelos pobres o degradados, con una gran rusticidad (hasta -40°C). Muy apreciado por su madera, se adapta muy bien al cultivo en llanura. Pertenece a la familia de las Pináceas, como los Pinos, Abetos y Abies. Es una especie muy cercana al Larix kaempferi japonés.

El Larix decidua 'Krejci' forma después de 10 años un pequeño arbusto un tanto desgarbado, de aproximadamente 1 m de altura por 1,5 m de diámetro. Sus ramas son muy retorcidas, lo que le confiere un aspecto un poco fantasmal en invierno. En primavera, las ramas se visten de un follaje en acículas tiernas de color verde brillante, insertadas en pequeños grupos espaciados de forma irregular en las ramas. En otoño, adquieren un color amarillo como en otros alerces europeos.
Extremadamente resistente al frío, este conífero en miniatura en cambio teme la sequía. Por lo tanto, es necesario plantarlo en un suelo fresco, bien expuesto al sol. Una vez satisfechas estas necesidades básicas, resultará bastante fácil de cultivar, casi no requiere mantenimiento, excepto si se desea intervenir en su porte con algunas podas ligeras.

Más curioso que realmente decorativo, este Larix interesará a coleccionistas y aficionados a rarezas vegetales. Su porte original no dejará indiferente y le permitirá encontrar su lugar en una rocalla, siempre que el suelo no esté seco, o en un jardín contemporáneo. También se cultivará fácilmente en macetas para decorar la terraza o el balcón. También se puede convertir fácilmente en un bonsái.
Este pequeño alerce puede ser el primer ejemplar de un bizarretum, una colección vegetal de leñosos con un aspecto excéntrico. Se puede asociar con el Pinus parviflora Negishi, un Pino blanco japonés que comparte con él la misma apariencia retorcida, pero con un porte erguido, cónico y acículas azul grisáceo. El Abies koreana Kohout's Icebreaker® con su aspecto inusual de jóvenes brotes rizados que muestran el reverso bien blanco de las acículas también será un buen compañero para este pequeño alerce, al igual que el poco común Podocarpus lawrencii Blue Gem con su aspecto erizado.

Consejos: Riegue regularmente durante los dos primeros años y en caso de sequía prolongada. Si bien tolera un suelo ocasionalmente seco en un clima fresco, este conífero será decepcionante en un clima mediterráneo, demasiado seco y caluroso en verano.