Picea omorika Alexandra - Pícea de Serbia

El Picea omorika 'Alexandra' es una variedad enana de Abeto de Serbia. De crecimiento muy lento, forma un pequeño arbusto denso y regular, de porte cónico. Sus ramas finas, de color amarillo, horizontales a ligeramente colgantes, llevan cortas agujas, de color verde-gris. Los nuevos brotes son azulados. Instálalo en un pequeño jardín, en una gran rocalla o en un macizo. Su aspecto de abeto de Navidad esquematizado, muy denso, le confiere un encanto especial. Muy resistente, poco exigente en clima fresco, aprecia suelos drenados no demasiado secos y una exposición soleada.

El Picea omorika, también conocido como Abeto de Serbia, es una planta de la familia de las pináceas, originaria de Bosnia y Serbia. Es una especie rara, endémica del valle del Drina (en el oeste y este de Serbia), aunque también se puede encontrar en Bosnia-Herzegovina. En su entorno natural, que a menudo es muy duro, este árbol supera los 30 m de altura, mostrando un porte piramidal estrecho y ramas colgantes. Este conífero es muy tolerante con el tipo de suelo y resiste bien la contaminación.

La variedad 'Alexandra' es un conífero de tamaño reducido, de porte compacto y cónico, que forma después de muchos años un arbusto triangular o piramidal. De crecimiento lento, alcanza 1 m a 1,20 m de altura a los 10 años. Produce ramas delgadas y flexibles, cubiertas de agujas cortas, de 10 a 20 mm de longitud, aplanadas, suaves al tacto, dispuestas en densos y aromáticos pinceles, desprendiendo un olor a resina. Son de color gris-verde.

El Abeto de Serbia enano 'Alexandra', bastante fácil de cultivar, se adapta a muchos climas, siempre que el suelo que lo recibe esté bien drenado. Presenta una silueta encantadora, una presencia tranquilizadora y estructurante. Su desarrollo reducido permite instalarlo en jardines de todas las dimensiones. En los más pequeños, puede servir como árbol, al igual que en una escena de pequeño macizo o pequeña rocalla. Combínalo con otros coníferas enanas de follajes de colores diferentes, azul acero, verde amarillo, desarrollando otras siluetas, de porte rastrero, globular, colunar. Los coníferos persistentes, muy estéticos, tienen cualidades gráficas interesantes para todos los jardines, especialmente los jardines contemporáneos, más radicales en su elección de silueta y follaje. Juega con los volúmenes y colores asociándolos con arbustos de flores, plantas cubresuelos.