Pino blanco japonés Negishi - Pinus parviflora

El Pinus parviflora 'Negishi' es una muy hermosa forma con silueta retorcida y follaje gris-azul del Pino blanco japonés. De crecimiento lento y de estatura modesta, solo después de muchos años adoptará su característico porte, ampliamente cónico e irregular. También se aprecia por la belleza de su follaje en agujas fuertemente retorcidas que forman como cepillos gris-azul en sus ramas cortas. Esta variedad será capaz, desde temprana edad, de producir piñas colgantes y decorativas que perdurarán mucho tiempo en la planta. Este conífero merece un lugar destacado en el jardín, como espécimen aislado. Poco exigente y muy frugal, prefiere el sol y los suelos drenados pero se adapta a suelos mediocres y soporta bastante bien la sequía una vez establecido.

El Pinus parviflora, también conocido como Pino blanco del Japón o Pino de Weymouth, es una planta de la familia de las Pináceas originaria de bosques situados en altitudes entre 1300 y 1800 m en las islas japonesas. En su entorno natural, esta especie supera los 20 m de altura y presenta un porte piramidal, a menudo tan ancho como alto, con una densa corona de forma cónica. Apreciado por su madera en Japón, esta elegante especie ha dado origen a formas muy bellas, a menudo cultivadas como bonsáis.

Selección antigua japonesa, la variedad 'Negishi', derivada de esta especie, se distingue por su desarrollo más modesto, su hermoso follaje con reflejos azul-plateados y un singular porte japonés. Este pequeño árbol tiene una silueta erecta con ramas ascendentes irregulares durante sus primeros años. Con el tiempo, desarrolla un porte más redondeado siempre muy denso debido a que sus agujas persisten durante 4 años. Su crecimiento es lento, por lo que a los 20 años, no superará los 3 m de altura en promedio con 3 m de envergadura. El tronco está cubierto de una corteza lisa de color gris violáceo, que se oscurece y se exfolia con los años. Las ramas son cortas, de color marrón verdoso, a veces ligeramente peludas. En sus extremos, llevan agujas de tamaño mediano que miden de 4 a 6 cm de largo. Estas son un poco curvadas, agrupadas en 5 y dispuestas en densos grupos en espiral. En primavera, los jóvenes brotes muestran un tono azul-plateado, emergiendo de un follaje verde-plateado más oscuro. Los reflejos que se perciben se deben a la presencia de líneas azules y plateadas sobre un fondo verde. Los jóvenes ejemplares florecen temprano y producen piñas verde-azuladas que se asemejan un poco a alcachofas largas muy apretadas. Estas son solitarias o reunidas en pequeños grupos, colgantes, suspendidas de un pedúnculo.

Los Pinos blancos del Japón son injustamente desconocidos por los jardineros: su cultivo no presenta dificultades, son resistentes al frío, toleran cierta sequía y son muy adaptables en cuanto al suelo siempre que esté bien drenado. El Pinus parviflora Negishi encontrará su lugar en todos los jardines, del norte al sur de nuestro país, ya que sus orígenes japoneses no le impiden prosperar en climas muy diferentes. Este pequeño árbol atemporal lucirá bien aislado, y también dará vida con majestuosidad a un jardín de tamaño mediano. Con su desarrollo moderado y su silueta muy japonesa, formará sin duda un hermoso ejemplar en un jardín japonés. Combina bien con grandes piedras, las líneas geométricas de las piscinas y las construcciones de albañilería. Se puede asociar con bambúes y con las gramíneas del Japón Hakonechloa macra, en un espíritu muy 'zen'. Las verdaderas cualidades gráficas de los coníferos se imponen naturalmente en el diseño de un jardín contemporáneo, que prefiere el esteticismo de las formas, las siluetas y las texturas a la danza de las floraciones. Estas plantas con una permanencia tranquilizadora estructuran un macizo, marcan los senderos, realzan el jardín en invierno. Todo es jugar con los volúmenes y los colores.