Pino rojo japonés Alice Verkade - Pinus densiflora

El Pino densiflora 'Alice Verkade' es una forma reducida del Pino rojo japonés, habitada por un espíritu muy "zen". Este pequeño conífero forma un hermoso manojo de ramas erguidas, redondeado y muy denso. En primavera, su follaje de agujas verde oscuro se ilumina con jóvenes brotes más claros, muy decorativos. Su bonito porte se mantiene fácilmente mediante la poda, y su desarrollo modesto le permite entrar en los pequeños jardines o, en macetas, en la terraza o el balcón. Esta variedad muy resistente al viento se conforma con un suelo ordinario, preferiblemente fresco, y una exposición soleada. Tema la sequía estival.

El Pinus densiflora, también conocido como Pino rojo japonés o Pin parasol del Japón, es una planta de la familia de las pináceas originaria de los bosques situados en el noreste de China, Corea y Japón. En su entorno natural, esta especie supera los 30 m de altura y presenta un porte variable, una forma naturalmente enrollada y a menudo varios troncos cubiertos de una corteza roja. Apreciado por su madera en Japón, esta especie también alberga bajo su ramaje el cultivo del matsutaké, un hongo muy aromático.

La variedad 'Alice Verkade' se distingue de la especie salvaje por su tamaño reducido, y su porte redondo particularmente compacto que se acentúa mediante la poda en otoño. Su crecimiento es muy lento, por lo que a la larga no superará los 1 m 50 en todos los sentidos. Sus ramas con corteza roja son erguidas, ascendentes y muy apretadas. Están cubiertas de agujas finas, de 10 cm de longitud, agrupadas de dos en dos y dispuestas en densos pinceles. Son de un verde claro muy luminoso en primavera, verde oscuro y vivo el resto del año.

El Pino rojo japonés 'Alice Verkade' encontrará su lugar en los jardines más pequeños, aislado, en una rocalla o al fondo de un macizo. Formará un sujeto magnífico que realzará el balcón o la terraza. Hace maravillas en un jardín japonés, y se combina bien con grandes piedras, las líneas geométricas de las piscinas y las construcciones de albañilería. Se puede asociar con gramíneas, muy complementarias, o con coníferas enanas de porte rastrero (Juniperus horizontalis Blue Chip), globulares (Picea abies Little Gem) o columnares (Juniperus communis 'Sentinel'). Las verdaderas cualidades gráficas de las coníferas se imponen naturalmente en el diseño de un jardín contemporáneo, que prefiere el esteticismo de las formas, las siluetas y las texturas a la danza de las floraciones. Estas plantas con una presencia tranquilizadora estructuran duraderamente un macizo, marcan los senderos, bordean la terraza, sustituyendo fácilmente a la fuerte presencia del boj recortado o del acebo. Todo es jugar con los volúmenes y los colores.