Pinus heldreichii Satellit - Pino de los Balcanes

El Pino de los Balcanes 'Satellit' es una forma reducida del Pino de los Balcanes que posee todas las cualidades de este gran conífero, adaptándose perfectamente a la ornamentación de pequeños jardines y grandes rocallas. Se va formando lentamente en una pirámide bien regular, con ramas erguidas que sostienen un follaje denso compuesto por grupos de acículas compactas de color verde medio. Es un pino poco exigente, que se adapta a cualquier suelo ordinario y drenante, expuesto al sol. ¡Un imprescindible que tendrá éxito desde el Norte hasta el Sur de Francia, y hasta los 1700 m de altitud!

El Pinus heldreichii  es una planta persistente de la familia de las pináceas originaria de las montañas del sureste de Europa, desde el suroeste de Bulgaria, pasando por Bosnia-Herzegovina, Macedonia, hasta el norte de Grecia y el sur de Italia. Crece entre 900 y 2500 m de altitud, alcanzando en su entorno los 25 a 35 m de altura, con un tronco de 2 m de diámetro, cubierto por una corteza gruesa profundamente estriada de color marrón grisáceo. Campeona de longevidad, esta especie de porte cónico naturalmente muy cuidado puede vivir más de 1000 años.

La variedad 'Satellit' se distingue de la especie salvaje por su tamaño reducido, su crecimiento lento y su vegetación  fastigiada, particularmente densa, que se puede acentuar eventualmente podándola en mayo-junio. Después de 15 años, alcanzará aproximadamente los 3 m de altura por 1 m de envergadura. A largo plazo, no superará los 5 m de altura por 2 m de envergadura. Su tronco sostiene una flecha vertical bien frondosa y ramas erguidas, de las cuales parten ramillas cubiertas de agujas finas y cortas, agrupadas de a dos, cuya base está envuelta en una vaina persistente. Están dispuestas en amplios pinceles muy apretados. Los grandes brotes marrones que aparecen en septiembre en la punta de las ramillas contrastan agradablemente con el follaje verde profundo pero vivo y brillante.

El Pino de los Balcanes 'Satellit', si bien no es el más espectacular, encontrará su lugar en todos los jardines, incluso los más pequeños, y aportará mucha satisfacción con el paso del tiempo. Este bonito pino se planta en grandes rocallas, aislado o en masa, asociado con otros coníferos o arbustos. Se combina bien con grandes piedras, las líneas geométricas de las piscinas y las estructuras de albañilería. Se puede asociar con gramíneas, bambúes sagrados, o con coníferas enanas de porte rastrero (Juniperus horizontalis Blue Chip), globulares (Picea abies Little Gem), o columnares (Juniperus communis 'Sentinel'). Las verdaderas cualidades gráficas de los coníferos se imponen naturalmente en el diseño de un jardín contemporáneo, estas plantas persistentes, particularmente interesantes en invierno, estructuran de forma duradera un macizo, marcan los senderos, bordean la terraza, sustituyendo fácilmente la presencia fuerte del boj recortado o del acebo. Todo consiste en jugar con los volúmenes y los colores.