Sequoiadendron giganteum Greenpeace - Secuoya gigante

El Sequoiadendron giganteum 'Greenpeace' se distingue de la especie botánica por su desarrollo menos importante. Esta relativa compacidad lo destina a jardines lo suficientemente grandes como para permitir plantarlo en aislado y no obstaculizar su crecimiento. Su follaje es también más claro que el de la especie tipo, pero sus otras características son comparables, como su porte claramente piramidal y su hermosa corteza marrón rojiza. Se adapta a la mayoría de los suelos, crece a pleno sol o en media sombra en climas cálidos. Aprecia la frescura del suelo, pero tolera la sequía moderada una vez bien enraizado.

El Sequoiadendron giganteum es un conífero de la pequeña familia de las Taxodiáceas (actualmente integrada en la de las Cupresáceas), junto a otros géneros de interés ornamental como el Cryptomeria, el Sciadopitys, el Taxodium o el Cunninghamia con follaje tan particular. Su nombre común de Secuoya gigante puede causar confusión con el Sequoia sempervirens, de la misma familia botánica pero bastante diferente. Además de que este último es más alto (aunque rara vez se pueden comparar uno al lado del otro), su follaje se extiende horizontalmente como el del Tejo, mientras que el del Sequoiadendron está formado por pequeñas agujas entrelazadas unas con otras. El Sequoiadendron es originario de América del Norte, específicamente de las laderas húmedas de las montañas de la Sierra Nevada en California. Fósiles atestiguan su presencia en Europa antes de las grandes glaciaciones del cuaternario. En condiciones óptimas, en su hábitat natural, alcanzará una altura de 50 a 85 m con una envergadura de 8 a 10 m, desarrollando un porte piramidal masivo. Esta especie muestra un crecimiento relativamente rápido y prefiere climas frescos y húmedos, con veranos cálidos e inviernos nevados que brindan excelente protección a las raíces y a los jóvenes plantones.

La variedad 'Greenpeace' se distingue principalmente de la especie salvaje por su desarrollo más limitado y su follaje de un verde más claro, decorativo durante todo el año (no cambia de color en invierno). Después de 10 años de plantación, alcanzará una altura de 3 a 5 m, con un porte bastante estrecho, pero al alcanzar la madurez, podrá llegar a 20 m de altura ensanchándose desde la base para adoptar un porte piramidal característico con una envergadura de 7 m. Sus ramas principales son ligeramente colgantes, enderezándose en sus extremos, cubiertas de agujas estrechas y triangulares, puntiagudas, de 1 a 1,2 cm de longitud, similares a las de los Cipreses. En las ramas jóvenes, miden entre 0,3 y 0,6 cm. Esta planta es monoica, es decir, existen individuos masculinos y femeninos. Cuando los conos femeninos son polinizados, adquieren una forma ovoide, un tono marrón rojizo y una posición vertical. Maduran en dos años. Su tronco es un pilar colosal que adquiere una apariencia fascinante con el tiempo.La corteza de esta secuoya es destacable, tanto por su tono rojizo, su resistencia al fuego y a los ataques de hongos, como por las profundas protuberancias y grietas decorativas que se forman con los años. 

Este Sequoiadendron giganteum 'Greenpeace' se plantará en un jardín lo suficientemente grande para recibirlo. Sus dimensiones juveniles no deben engañar, es un árbol grande que necesita espacio para crecer adecuadamente. Se plantará principalmente en aislado en un césped y, pasados los primeros años donde los riegos pueden ser justificados, no requerirá ningún mantenimiento ni poda. Con su porte gráfico y su tronco masivo con el tiempo, encajará perfectamente en un jardín contemporáneo donde las formas y los volúmenes son prioritarios sobre las floraciones o el follaje. En un jardín lo suficientemente extenso, podrá crear una hermosa escena junto a árboles como el Robinia pseudoacacia Frisia con su hermoso follaje dorado que contrastará bien con el suyo, o el Gleditsia triacanthos Sunburst con su fino follaje cambiante, también dorado en primavera y luego verde claro y naranja amarillento en otoño. Y para encender el otoño, un Acer rubrum Armstrong o Arce rojo, describiendo bien su vestimenta otoñal, o un Liquidambar styraciflua Palo Alto, cuya silueta piramidal y hojas estilizadas responderán al grafismo de nuestro Sequoiadendron, mientras que el follaje verde escarlata de este Liquidámbar formará en otoño una escena magnífica junto a las finas ramas verde claro del conífero.