Cussonia spicata

El Cussonia spicata, conocido como "Árbol de col" por los angloparlantes, es un árbol originario del sur de África, singular y ornamental, reconocido por su resistencia a la sequía. Su silueta es única, con un tronco hinchado y hojas dispuestas en forma de parasol al final de ramas gruesas. Con su frondoso follaje y su curiosa floración en espigas, se luce en jardines exóticos o mediterráneos, así como en macetas. Es una planta sensible al frío que se puede cultivar en terrenos abiertos en jardines costeros, donde las heladas son poco frecuentes e intensas.

El Cussonia spicata pertenece a la familia de las Araliaceae, siendo pariente cercano del Aralia elata. Esta especie botánica es originaria de las regiones secas del África subsahariana, desde Sudáfrica hasta Zimbabue. Se encuentra en sabanas y en afloramientos rocosos. En la naturaleza, forma un árbol que puede alcanzar entre 10 y 15 m de altura. En terrenos abiertos en nuestros jardines costeros, puede llegar a medir entre 6 y 10 m de altura con una envergadura de 3 a 5 m. En maceta, la planta permanece más pequeña y su altura generalmente se limita a 2 a 3 m.

El cussonia en espigas desarrolla un tronco a menudo hinchado en la base, que almacena agua durante períodos secos. La corteza es grisácea en las ramas jóvenes, amarillenta y profundamente agrietada en el tronco y ramas viejas. El follaje es persistente o semicaduco según el clima. Las hojas están agrupadas al final de las ramas gruesas, formando una corona densa y redondeada. Son hojas muy grandes, que pueden medir hasta 70 cm de diámetro, sostenidas por pecíolos de 40 a 60 cm de largo. Son brillantes, de color verde grisáceo a verde azulado. Cada hoja, palmada, está compuesta por 5 a 9 lóbulos de 20 a 35 cm de largo, irregular y profundamente incisos. Los folíolos miden 6 a 15 cm de largo y 4 cm de ancho, con el margen dentado. El follaje juvenil tiene un aspecto diferente, las hojas son enteras o ligeramente recortadas. Esta planta produce inflorescencias en espigas cilíndricas erectas, agrupadas de 8 a 12, que recuerdan candelabros en el extremo de las ramas. Cada espiga, que puede alcanzar los 20 cm de largo, está compuesta por numerosas flores pequeñas de color verde amarillento que desprenden un olor poco agradable. Esta floración tiene lugar de primavera a otoño según el clima, en plantas maduras. Tras la polinización, se forman pequeños frutos ovoides, púrpuras a negros en la madurez, que miden de 5 a 6 mm de diámetro. Son apreciados por algunas aves. El Cussonia spicata es resistente hasta aproximadamente -5 °C una vez adulto y en un suelo seco. Su crecimiento es rápido, especialmente en condiciones cálidas y soleadas. Su sistema radicular es superficial y muy agresivo; en terrenos abiertos, se debe plantar lejos de paredes, vallas, tuberías de desagüe, etc.

En un clima favorable, el Cussonia spicata es una planta perfecta para crear un punto focal en un jardín seco o en una gran rocalla debido a su singular porte arquitectónico. Se adapta muy bien al cultivo en maceta para decorar terrazas y balcones. En invierno, encontrará refugio en una veranda poco calefaccionada junto a los Baobab. En el jardín, combínela con el Agave americana, el Yucca gloriosa, Opuntia y Dasylirion, que comparten requisitos similares en cuanto a suelo y exposición.