Copernicia hospita - Guano cano

El Copernicia hospita, una palma muy rara en cultivo, es considerada por los coleccionistas como la especie americana más espectacular. Esta planta sorprende por el diseño y el color de sus grandes hojas: forman una especie de rueda, cuyos segmentos cubiertos con una cera blanco-azulada reflejan la luz como rayos metálicos. El conjunto del follaje, llevado en ramillete sobre un tronco bastante delgado, compone una de las más bellas criaturas vegetales que se pueden contemplar. Es una planta sensible al frío, que adora el sol y el calor. En nuestras latitudes, se cultivará en una maceta grande que adornará la terraza o el balcón durante la temporada de buen tiempo. 

El Copernicia hospita pertenece a la familia de las arecáceas. Es originario de las regiones costeras de Cuba, donde se encuentra en las sabanas y en el borde de los bosques secos o cerca de los manglares. Su tronco, llamado estípite, es solitario, bastante corto, cilíndrico, de color marrón-gris claro, liso, pero cubierto de los vestigios de los antiguos pecíolos, puede alcanzar los 30 cm de diámetro en los individuos más viejos. En la naturaleza, la planta alcanza muy lentamente 7 m de altura por 4 m de envergadura. Cultivada en maceta, no supera los 1.50 m a 2 en todas direcciones.  En la parte superior del estípite se desarrolla una corona que cuenta hasta 40 grandes hojas llamadas palmas, que pueden superar los 1.50 m de ancho en condiciones naturales. Son características: de forma circular, desplegadas como abanicos, su lámina foliar está dividida en un gran número de segmentos estrechos y rígidos, cubiertos de una película cerosa que les confiere un sorprendente color blanco-azulado. La floración solo aparece en los individuos viejos, y muy raramente en nuestros climas. Se presenta en forma de delicadas flores marrones, que emergen de entre las hojas. Este Copernicia es monoico, las flores son hermafroditas,  tanto masculinas como femeninas. Los frutos se asemejan a bolas negras de 2.5 cm de diámetro. 

El Copernicia hospita es una planta de colección, una belleza para regalarse por placer o para regalar a un aficionado de especies raras.  Se cultiva en macetas de gran volumen que se pueden colocar en la terraza durante la temporada de buen tiempo, y guardar en invernadero frío en invierno. Como todos los palmeras, a veces es difícil de combinar, debido a su fuerte personalidad: resérvenle un rincón de una piscina y acompáñenlo con plantas gráficas como los Dasylirion,  Beschorneria,  Phormium, y magueyes.