Phoenix andamanensis - Palmera

Esta palmera de Andamán aprecia el sol, el calor y los suelos bien drenados que no sean demasiado secos en verano. Plántela en terreno abierto en nuestras regiones costeras más suaves del Mediterráneo o Atlántico, ya que su rusticidad aún no está bien evaluada (-4 a -5°C, quizás un poco más, para probar). En otros lugares, colóquela en una maceta grande para poder resguardarla en invierno. Debe ser protegida en caso de frío anunciado, atando la corona de hojas de manera bastante apretada para proteger el corazón de la planta. Colóquela al sol, en un suelo ordinario pero bien trabajado, bien mullido y bien drenado. Lo ideal es plantarla en un suelo que retenga poco agua, pero un poco fresco en verano: una mezcla equilibrada de arena gruesa, tierra de cultivo y tierra de jardín. Requiere poco mantenimiento, solo podar al ras del estípite las palmas más viejas.

Cultivo en maceta: 

Elija una maceta muy grande o un recipiente con fondo perforado, con una capacidad de 75 a 100 litros. Prepare una mezcla compuesta por 50% de tierra franca, 25% de tierra de cultivo y 25% de arena. Mezcle bien el conjunto. Llene parcialmente su recipiente, sin olvidar colocar en el fondo una capa de drenaje (bolas de arcilla, gravilla, macetas de terracota rotas...). Coloque su palmera sobre la mezcla, de modo que el cuello (la zona donde nacen las raíces) no sobresalga del recipiente pero tampoco quede enterrado bajo el sustrato. Añada el resto de la mezcla alrededor del cepellón, compacte firmemente. Riegue en varias etapas para saturar bien el sustrato de agua y expulsar el aire. Coloque su palmera en un lugar muy luminoso, evitando un sol demasiado intenso. En el exterior, instálela inicialmente a media sombra, evite el sol directo que puede quemar su follaje. Después de dos semanas a media sombra, puede exponerla gradualmente al sol. En invierno, puede colocarse en un invernadero mantenido sin heladas o en una terraza no calefaccionada. Rocié las hojas de vez en cuando y reduzca los riegos. Aporte abono orgánico o compost en primavera

Enfermedades y plagas:

En la región PACA, donde suelen plantarse, así como en todo el sur de Francia y en España, las grandes palmeras son víctimas de parásitos como la oruga del temible y muy extendido Saxífraga archon, una gran mariposa que actúa hasta en Inglaterra. Hoy en día existen tratamientos específicos, como medida preventiva. El picudo rojo de la palmera (Rhynchophorus ferrugineus) está presente en nuestro territorio desde 2006. Los síntomas son los siguientes: palma cortada, seca o amarillenta. Estas plagas atacan a numerosas especies de palmeras, con un desenlace fatal: las hojas se secan irremediablemente y por completo tan pronto como el corazón del estípite alberga larvas.