Washingtonia filifera - Palma de California

El Washingtonia filifera, también conocido como Palmera de abanico o Palmera de California, es uno de los más grandes y majestuosos palmerales resistentes. Cercano al Washingtonia robusta con el que se hibrida fácilmente, se distingue principalmente por un tronco más fornido y una mayor rusticidad que le permite resistir hasta -12°C en climas suaves y suelos drenados. De crecimiento rápido, forma un tronco sólido y ancho, coronado por grandes hojas palmadas, en abanico, bordeadas de filamentos blanquecinos. Apreciado por su presencia y sobriedad, tolera perfectamente la bruma marina y también es resistente a la sequía.

El Washingtonia filifera (sinónimo Washingtonia filamentosa) pertenece a la familia de las aráceas. Es originario del suroeste de los Estados Unidos y del noroeste de México, donde se encuentra de forma natural creciendo en lugares áridos, en gargantas y cañones húmedos donde el agua está disponible en profundidad. Esta palmera, que puede alcanzar los 17 a 18 m de altura, se sostiene sobre un falso tronco (estípite) grueso, a veces de 1,20 m de diámetro, agrietado y de color marrón. Su follaje dispuesto en una corona terminal no superará los 4,5 m de envergadura. El estípite, ensanchado en la base, da origen en su cúspide a unos 30 pecíolos de 1,75 m de largo, que llevan cada uno una hoja circular muy grande, de 90 cm de diámetro, verde brillante, con bordes recortados en 60 segmentos estrechos de los que emergen filamentos blancos muy visibles en los ejemplares jóvenes. El 'jubón' que envuelve la parte alta del tronco, característico de los Washingtonia, está formado por pecíolos secos y colgantes que perduran mucho tiempo en la planta. La floración, espectacular, ocurre en ejemplares de 20 años. Solo tiene lugar en el exterior, en verano, en forma de largas inflorescencias (hasta 4 metros), arqueadas que sobrepasan más de un metro la corona. Las flores, muy numerosas, de color crema a carne, son seguidas por la formación de innumerables frutos pequeños, redondos, negros y brillantes, cada uno conteniendo una semilla lisa y brillante de color marrón oscuro a negro. Estas semillas frescas germinan con gran facilidad.

Muy apreciado como árbol de alineación en la costa y en climas suaves, el Washingtonia filifera forma parte, junto con el Washingtonia robusta y el Phoenix canariensis, de las especies de palmeras ornamentales más comúnmente cultivadas desde los trópicos hasta los países templados. Insustituible y prestigioso en climas suaves, también puede ser cultivado en maceta en otros lugares, que se guardarán en invierno en un lugar fresco, luminoso y aireado. Colocado cerca de una entrada, o a ambos lados de un portal, plantado en solitario cerca de una piscina, será magnífico. Como los Eucaliptos y los grandes mimosas, en el fondo de un macizo, forma un telón de fondo típico de los jardines que bordean el Mediterráneo o las costas atlánticas del sur de Francia.

Los amerindios utilizaban sus hojas como paja y consumían los frutos en forma de harina, ya que son comestibles y tienen excelentes cualidades nutricionales.