Amaryllis Rosalie - Hippeastrum

El Amarilis 'Rosalie' es una nueva variedad de hippeastrum que suscita entusiasmo y admiración. En primer lugar, por su colorido frutal único, un rosa anaranjado lavado de rojo sandía, atravesado por zonas blancas e iridiscentes que reflejan maravillosamente la luz al sumergirse en una garganta verde. Además, cada robusta vara produce de 4 a 5 flores espectaculares y redondas, pero también particularmente duraderas, y cada bulbo produce 2 o 3 varas sólidas donde se aprietan sus grandes cálices en tonos golosos de sorbete. ¡Simplemente magnífico!

Originarios de las regiones subtropicales de América Central y del Sur, los Hippeastrum son plantas sensibles al frío pertenecientes a la familia de las Amaryllidaceae, generalmente cultivadas en macetas en nuestras latitudes. En plena floración, la variedad Rosalie forma un grupo de 40 a 50 cm de altura y 30 cm de ancho. Ofrece flores muy redondas, anchas, con una sustancia particularmente densa y carnosa, responsable de su buena longevidad. La flor está compuesta por pétalos redondeados que se superponen, de color rosa salmón claro, lavado de rosa más oscuro y atravesados por una línea mediana blanca que se ensancha hacia su extremo. El corazón de la flor es verde anís, dejando escapar un ramillete de largos estambres curvados de rosa suave con base blanca. 4 a 6 flores se alzan altivamente sobre una vara grande y gruesa hueca que pronto será seguida por una o dos más. Posicionadas espalda con espalda y acurrucadas unas contra otras, juntas forman una composición única. Las hojas son caducas, en forma de cinta y de color verde medio.

Plantar un Amarilis es muy gratificante. El Hippeastrum es muy fácil de cultivar y su crecimiento es extremadamente rápido; 6 a 10 semanas después de la plantación, las flores ya están en pleno esplendor. Podrá disfrutar de ellas durante todo el invierno. Para regalarlas en Navidad, piense en plantarlas a principios de noviembre. La variedad Rosalie no necesita compañeras para mostrar su belleza evidente. Puede plantar a su alrededor algunos bulbos de campanilla de invierno, muy sencillos, solo para adornar sus varas un poco rígidas. Exponga preferiblemente al sol, frente a una ventana, por ejemplo. Corte el tallo cuando las flores se marchiten para favorecer la floración posterior.

Hablar de Amarilis es en realidad un abuso de lenguaje relacionado directamente con un error cometido en el siglo XVIII. Fue Linneo quien lo usó para nombrar la especie americana. Sin embargo, el nombre ya se utilizaba para otra bella, esta vez sudafricana. Convencionalmente se ha conservado la denominación Amarilis para ambas. Y para distinguirlas, se agrega la mención de Hippeastrum para la primera y Belladona para la segunda. Hay que decir que ambas merecen bien este nombre: Amarilis significa "brillante" y, en la literatura griega clásica, la planta fue objeto de un poema pastoril donde la bella pastora Amarilis muere de un amor que solo será correspondido después de una terrible herida. De su sangre surgirán hermosos ramos de flores rojas. Desde entonces, el término es sinónimo de belleza altiva.