Anemone lipsiensis

La Anémona x lipsiensis es un híbrido de anémona de bosque, a veces llamada Anémona de los bosques, cuya floración primaveral, con pequeñas flores estrelladas de color amarillo claro, es ideal para aportar un toque luminoso a las zonas sombrías del jardín. Esta pequeña planta resistente de climas frescos crece sola, en cojines densos, y forma a la larga hermosas plantas cubresuelos en los bosques húmedos. A veces considerada un poco exuberante, se instalará preferiblemente en una zona un poco salvaje del jardín, a veces de difícil acceso, donde las plantas más frágiles y sofisticadas no tienen cabida.

La anémona x lipsiensis pertenece a la familia de las ranunculáceas. Este híbrido natural entre la Anemone nemorosa y la A. ranunculoides es originario de Suecia, Dinamarca, Alemania y Austria. Esta pequeña planta rizomatosa forma un bonito cojín de 12 a 15 cm de altura, y se extiende sobre 40 cm o más. Emite tallos verticales no ramificados que llevan en primavera, en abril-mayo, una única flor, de 2 cm de diámetro. La flor tiene 6 a 8 tépalos (sépalos en forma de pétalos) ovales y afilados, de color amarillo mantequilla. La garganta está dotada de numerosos estambres amarillos. El rizoma de la anémona x lipsiensis es marrón, carnoso y quebradizo, solo crece 3 centímetros por año. Discurre justo debajo de la superficie de la tierra. Emite numerosas hojas basales, cortamente pecioladas, divididas en tres folíolos lanceolados, de un verde mate bastante oscuro, con un borde lobulado. El follaje desaparece en verano para renacer en primavera. La flor no ocupa la misma posición año tras año, se desplaza siguiendo su rizoma.

La anémona de los bosques, al igual que su prima la anémona ranúnculo falso, es ideal como planta cubresuelos, en todas partes donde la sombra predomina sobre la luz, en suelos siempre frescos. Se utilizará al pie de setos, arbustos y árboles de hoja caduca, pero también en los bordillos sombreados. Asóciela con prímulas, narcisos botánicos, nomeolvides, helechos, hostas y helléboros que acompañarán su floración y requieren las mismas condiciones de cultivo. En la naturaleza, la Anémona de los bosques crece y florece en primavera, cuando los árboles aún no tienen hojas. Completa su ciclo vegetativo en verano cuando sus hojas desaparecen, lo que corresponde a su período de latencia. Este es el momento más propicio para plantarla bajo un árbol o para vestir la base de los setos. No teme la competencia de las raíces de los árboles y arbustos, pero teme la sequía.