Gloria de la nieve - Chionodoxa forbesii Mix

Este mezcla de Chionodoxa forbesii reúne formas con flores de diversos colores de una pequeña planta bulbosa llamada poéticamente Gloria de las Nieves, debido a su floración primaveral temprana y luminosa. Cada planta ofrece encantadoras flores estrelladas, desde el inicio de la primavera. Se puede definir así : buen carácter, sencillez y frescura. Se naturaliza fácilmente bajo los árboles, al pie de los arbustos, o incluso en macetas, formando con el tiempo abundantes colonias multicolores, mezclando el blanco, el azul, el malva, el rosa o el púrpura claro. ¡Espléndida entre los narcisos y los tulipanes botánicos ! 

El Chionodoxa forbesii a veces se llama Chionodoxa luciliae hort. Endémica de las montañas del suroeste de Turquía, a altitudes superiores a 2500 m, esta pequeña planta bulbosa perenne de la familia de las Hyacinthacées es pariente cercana de los jacintos. Los pequeños bulbos producen pequeños grupos que alcanzan los 10-15 cm de altura en floración, extendiéndose sin límite teórico gracias a la producción de numerosos bulbillos, llegando a formar hermosas extensiones luminosas. En febrero-marzo-abril, según el clima, sus pequeñas estrellas celebran durante dos semanas la partida de la última nieve. De un bulbo surgirán uno o dos tallos purpúreos que llevan de 3 a 10 pequeñas flores de 6 pétalos de diversos colores según las plantas, con la base blanca. Su follaje es en forma de cinta, ensiforme, de color verde oscuro, a veces lavado de púrpura en su extremo. Se seca a partir de mayo-junio, indicando que la planta entra en reposo para escapar de las rigurosidades del verano.

El  Chionodoxa forbesii fue en otro tiempo una planta muy popular, un poco descuidada en los últimos años. Sin embargo, es una planta sin defectos,  fácil de cultivar en climas frescos o de montaña, muy resistente y bienvenida al salir del invierno. Sus flores tan luminosas se extienden en tapices floridos junto con las hepáticas, jacintos, escilas, muscaris y tulipanes botánicos. Se naturalizará en las rocallas soleadas, pero también bajo los árboles y arbustos caducos, a media sombra. Conviene plantarla bastante cerca de los bordillos, debido a su baja estatura, teniendo éxito por ejemplo en atravesar un tapiz de soleirolia, en una asociación muy exitosa. Los chionodoxas también son muy interesantes para utilizar en macetas.