Fritillaria elwesii

La Fritillaria elwesii o Fritilaria de Elwes es una especie botánica aún poco conocida que proviene del sur de Turquía. Es una planta bulbosa encantadora y modesta, de colores suaves, que causará sensación en los rocallas o en los macizos elevados, en un suelo muy bien drenado, seco en verano. Su floración primaveral se presenta en forma de estrechas campanillas colgantes, en tonos oscuros, que se animan con reflejos dorados al sol. Los bulbos se plantan en otoño, al sol en el norte, preferiblemente a la sombra ligera en el sur. ¡Esta fritilaria salvaje hará las delicias de los coleccionistas de plantas raras!

La Fritillaria elwesii pertenece a la familia de las liliáceas. Es originaria del este del Mediterráneo, su área de distribución natural se extiende desde el este de las islas del mar Egeo hasta el suroeste de Turquía pasando por Líbano y Siria. En la naturaleza, se encuentra en bosques de pinos y matorrales hasta los 900 m de altitud. Es una planta cuyo bulbo está formado por escamas. Su vegetación emerge de la tierra de enero a febrero dependiendo del clima. Produce tallos florales delgados que alcanzarán los 30 a 40 cm de altura en floración. Estos tallos llevan hojas largas y estrechas, ligeramente enrolladas, de color verde grisáceo, dispuestas de forma aleatoria. La floración tiene lugar entre marzo y principios de mayo según el clima. En el extremo de cada tallo aparece una a tres flores inclinadas hacia el suelo, midiendo de 4 a 5 cm de largo. Cada corola está rodeada de sépalos verdes. Los pétalos tienen rayas verde oliva y violáceas a berenjena. Su extremo doblado es de color amarillo, al igual que los estambres. La capa cerosa que recubre las corolas modifica su color dependiendo de si están en sombra o luz. La planta entra en reposo en verano en un suelo seco.

Esta fritilaria de Elwes, de origen meridional, es particularmente adecuada para climas cálidos y secos. Debería adaptarse bien a un jardín mediterráneo. En la naturaleza, disfruta de humedad en primavera, mientras soporta veranos secos y calurosos. En invierno, en sus regiones de origen, las lluvias son bastante escasas y las temperaturas suaves. Esto protege al bulbo de la humedad excesiva. Estas son las condiciones que se deben intentar imitar en el jardín o en macetas, para tener éxito en su cultivo y verla florecer fielmente año tras año. Para acompañarla, piensa, por ejemplo, en las anémonas de Grecia y en los tulipanes y narcisos botánicos.