Iris hollandica Miss Saigon - Iris de Holanda

El Iris (x) hollandica 'Miss Saigon' es un Iris de Holanda con flores un tanto exóticas, vivamente coloreadas de malva, azul lavanda y amarillo brillante.  Este iris bulboso florece más o menos temprano en primavera según el clima, durante 2 a 3 semanas. Las flores estilizadas de los Lirios azules se destacan por su elegancia en el jardín, pero también en los ramos. Resistentes al frío como a los veranos secos, su cultivo no presenta dificultades a pleno sol, en un suelo fértil y bien drenado.

Los Lirios azules, o lirios bulbosos, poseen un órgano de reserva subterráneo en forma de bulbo y no de rizoma como sus célebres primos los Iris germanica, o Iris des jardins. Perteneciendo a la misma familia botánica que estos, la de las iridáceas, también se diferencian por la ausencia de "barbas", esas bonitas pequeñas lenguas suaves y coloreadas que se encuentran en los sépalos colgantes de los iris germanica. Los primeros iris (x) hollandica nunca han crecido de forma silvestre en suelo neerlandés, sino que provienen del cruce entre 2 principales especies botánicas: el Iris filifolia, a veces confundido con el Iris xyphium que se le parece, ambos originarios de España y el norte de África, y el Iris tingitana, de Tánger y el norte de Marruecos. La genealogía de los híbridos de Holanda es a veces confusa, pero el resultado siempre es notable. Sus flores, un tanto subestimadas en el jardín, son muy apreciadas en floristería. 

El cultivar Miss Saigon forma con el tiempo un mechón erguido y muy estrecho de 50 cm en flor, esta vivaz se extiende sin límite teórico por la producción de bulbillos. Suele florecer en mayo-junio (desde abril en el Sur), durante 2 a 3 semanas, en tallos sólidos frente al viento. Sus flores solitarias o agrupadas de a 2 en los tallos, de 8 a 10 cm de diámetro, son relativamente delgadas en comparación con las de los Iris germanica, pero de una elegancia indiscutible. Cada flor está compuesta por 3 pétalos erguidos, afilados, translúcidos, de pequeño tamaño. Bajo este trío se muestran 3 pétalos casi horizontales, estrechamente unidos a los estilos pétaloides dentados en el borde, dispuestos en esquinado. Más anchos, son espatulados, recorridos por venas más oscuras, ocupados por un gran punto amarillo dorado. Cada flor puede vivir  5 a 7 días, incluso en un jarrón. El bulbo es redondo, ancho de 2 a 3 cm, cubierto por una túnica fibrosa de un beige rosado. Produce algunas hojas lineales, delgadas y coriáceas, que recuerdan un poco a las de una graminea, de un verde un poco glauco, a menudo ligeramente estriadas y dobladas en dos hacia el suelo. Suelen aparecer en otoño, persisten más o menos según la severidad del invierno y se secan en verano, durante el período de reposo.

Menos conocidos y menos utilizados por los jardineros que los Iris germanica, los Iris de Holanda son sin embargo fáciles de cultivar en suelo fértil y ligero, de una elegancia innegable e indiferentes a las hierbas salvajes que tienen dificultades para infiltrarse en sus mechones muy verticales. Plántelos por grupos de 10 a 20 bulbos de una misma variedad : volverán año tras año para ofrecerle siempre más flores distinguidas y alegres, que combinan bien con las floraciones primaverales de los arbustos con flores. También son espléndidos instalados en medio de vivaces como las Peonías y los Hemerocalis, que ocultarán su ausencia en verano, cuando están en reposo. Sus orígenes mediterráneos les confieren una excelente adaptación a la sequía estival. Por último, recoja sus flores para hacer ramos con rosas, calas o lirios e incluso tulipanes tardíos. Todos los iris necesitan una exposición soleada para florecer bien. Ofrézcales al menos medio día de pleno sol al día.