Muscari Mountain Lady

El Muscari Mountain Lady es una variedad híbrida reciente, poco difundida en el comercio hortícola francés, cuyos pequeños bulbos son muy solicitados en nuestros vecinos europeos y también en Estados Unidos. Esta pequeña planta original forma en primavera inflorescencias en forma de racimos piramidales bicolores y rechonchos. Estas florecen en una multitud de pequeñas urnas blancas, que adquieren con el paso de los días bonitos matices azul cielo a azul helado en la base. Emergen de un manojo de follaje verde oscuro graminoide, evocando hierba. Perfectamente resistente, inusual pero encantadora, esta variedad única se adapta y se naturaliza fácilmente en bordes de macizos, en rocallas o en macetas.

De origen hortícola, el Muscari Mountain Lady es una pequeña bulbosa de la familia de las asparagáceas que no supera los 10-15cm de altura. Se trata de una planta herbácea caducifolia en verano, que forma manojos de hojas muy estrechas de color verde oscuro. De marzo a abril, la planta produce numerosas espigas bicolores compuestas por pequeñas flores en forma de urna, de 5-6cm de longitud, de forma piramidal bastante ancha en la base y coronadas con una curiosa pequeña mata de flores blancas en su extremo. Su originalidad radica en presentar dos colores en la misma inflorescencia; las flores más antiguas de la base se vuelven rápidamente azules, mientras que las situadas en la parte superior son blancas. Esta floración es, por lo tanto, una hermosa armonía de tonos azul real, azul cielo, azul muy claro y blanco helado.

Rústico hasta -15°C, el Muscari Mountain Lady se desarrolla bien a pleno sol o en semisombra, plántelo en suelo fresco y drenado, en bordes de macizos, en rocallas o en macetas. Asócielo, por ejemplo, con bulbos de floración primaveral como tulipanes botánicos, narcisos o jacintos azules (Blue Pearl, Rembrandt). El Muscari es una planta bastante discreta pero versátil y muy útil en un jardín o para embellecer los hogares sin jardín. Su gran resistencia al frío permite utilizarlo en diversas situaciones: en el borde de bosques, en bordes para resaltar el diseño de un camino, en rocallas junto a brezos, por ejemplo, o en jardines de estilo japonés. También es una planta que se cultiva muy bien en maceta, en una ventana o balcón.