Ornithogalum nutans

El Ornithogalum nutans es una bulbosa graciosa de terreno cálido. En primavera, despliega grandes flores de 6 pétalos de un blanco plateado en el reverso verdoso, llevadas por largos tallos de 40 cm. Muy resistente y capaz de naturalizarse cuando las condiciones le agradan, aprecia los terrenos bastante calcáreos, incluso bastante pobres y pedregosos, pero siempre drenados. Confiable, podrás utilizarla en macizos, en rocallas pero también en macetas.

El ornitogalo inclinado, o estrella de Belén, pertenece a la familia de las Asparagáceas (antes estaba clasificada en las Liliáceas). Esta especie, nativa del sur de Europa, a veces se llama también Honorius nutans. Se puede encontrar en lugares cálidos y pedregosos, como praderas secas, parcelas de viñas, bordes de bosques en suelos calcáreos. En Francia, su presencia probablemente resulta de una introducción antigua, y está en peligro de desaparición debido a la disminución de sus hábitats. La planta forma un bulbo ovoide, enterrado poco profundamente. Entre marzo y mayo, este bulbo produce largas hojas en forma de cinta de un verde brillante, arqueadas y bastante flexibles, que pueden alcanzar hasta 40 cm. Pronto son seguidas por un tallo floral esbelto, que culmina entre 30 y 50 cm, y lleva 10 a 15 flores de 3-4 cm de diámetro. Un poco inclinadas, a menudo agrupadas del mismo lado del tallo, presentan 6 delicados pétalos puntiagudos de un blanco nacarado, casi plateado, y están fuertemente marcadas de verde en el reverso. Estos 6 "pétalos" son en realidad 3 sépalos y 3 verdaderos pétalos de apariencia similar, conjunto designado como tépalos.

La estrella de Belén es una planta resistente y confiable, de carácter sencillo y salvaje. Muy rústica a pesar de sus orígenes mediterráneos, puede soportar -15°C sin problema. Su gran enemigo sigue siendo la humedad: un suelo pesado y arcilloso puede provocar fácilmente la pudrición de los bulbos. Por lo tanto, es mejor reservarle un lugar cálido, incluso pedregoso, y preferiblemente calcáreo, por ejemplo en un macizo seco, una rocalla o una pradera magra. Si tu terreno tiende a ser demasiado húmedo, intenta plantarla al pie de un muro al sur o suroeste, añadiendo materiales drenantes como la puzolana. El ornitogalo tampoco teme los suelos pobres, y se naturaliza muy fácilmente una vez que se cumplen las condiciones. ¡Verás cómo se multiplican las flores cada año! En otoño, entierra los bulbos a 5-10 cm de profundidad, a razón de 100 por m²: verás aparecer las primeras hojas unos meses más tarde.

El follaje desaparece justo después de la floración, y para evitar la aparición de un "hueco", es mejor prever colocar alrededor de los bulbos una planta con hojas durante el verano, como un Erodium chrysanthum por ejemplo. Otras plantas de rocalla como la falangera ramificada (que se le asemeja un poco pero florece en junio-julio), la heliantemo 'Elfenbeinglanz' o incluso la margarita cimarrona de Karvinski serán también buenos compañeros para esta encantadora bulbosa.
Finalmente, también será perfecta en maceta con otras bulbosas de principios de primavera, como los muscaris.