Scilla siberica - Escila siberiana

La Scilla siberica, llamada escila de Siberia, una pequeña bulbosa de floración temprana que aporta un color bastante excepcional al jardín desde finales del invierno. Es una pequeña planta muy resistente que se establece en colonias y florece en un azul extremadamente vivo. Fácil de cultivar, excepto en climas y exposiciones áridas que teme, se naturaliza fácilmente en el jardín, en zonas naturales o incluso en una rocalla.  

La escila de Siberia, a diferencia de lo que su nombre sugiere, es originaria del suroeste de Rusia europea (Bielorrusia, Ucrania, Moldavia, Crimea), del Cáucaso y de Turquía. En la naturaleza, crece más bien en praderas húmedas o en bosques poco densos, bajo grandes árboles caducos que devuelven el sol en invierno. Es una planta vivaz de bulbo de la familia de las liliáceas o de las hyacinthacées según las clasificaciones. Muy resistente al frío, soporta temperaturas mucho más bajas de -15°C. Cada pequeño bulbo desarrolla en febrero o marzo algunas hojas basales en forma de cintas de color verde oscuro de las que emergen tallos florales de 12 a 15 cm. Cada tallo lleva pequeños racimos de 4 o 5 flores con 6 pétalos de un azul puro con vetas de azul más intenso, formando pequeñas campanitas colgantes de 1,5 cm de diámetro. La floración es seguida por la formación de semillas, luego la follaje desaparece en verano, dejando el bulbo en reposo bajo tierra. La escila de Siberia se propaga tanto por siembra natural como por la producción de bulbos hijuelos. 

Las escilas de Siberia forman parte de las primeras flores de primavera, justo después de las escilas de Persia (Scilla tubergeniana) y las campanillas de invierno ; llegan al mismo tiempo que los crocos de grandes flores y las prímulas. Encuentran su lugar en los macizos un poco salvajes y en praderas naturales, o incluso en el borde de un camino, mezcladas con otros bulbos que tomarán el relevo (tulipanes botánicos, Chionodoxas, jacintos silvestres, muscari…). Se pueden plantar perfectamente al pie de grandes árboles caducos o en un césped natural que no se cortará hasta el verano: el bulbo en reposo soporta un ligero pisoteo.