Tulipa humilis

El Tulipán botánico humilis es una especie silvestre de tamaño muy pequeño como sugiere su nombre de especie, y una de las primeras en florecer en el jardín.  Sus flores que nacen a ras de suelo son de color variable, pero se despliegan en estrellas siempre llenas de carácter. Desprenden un perfume particular. Las hojas, lineales y de un verde brillante, a veces aparecen después de la floración. Originaria de Turquía e Irán, es una pequeña bulbosa silvestre muy resistente, adaptada a suelos mediocres y situaciones áridas que se naturaliza fácilmente en el jardín. 

El Tulipa humilis pertenece a la familia de las Liliáceas. Sus orígenes se pierden entre el Cáucaso, Turquía, Irán, Siria, Líbano, Israel, y hasta el norte de Rusia. Esta especie presenta un aspecto extremadamente variable según su origen. Comúnmente se encuentran formas rosadas a purpúreas con la garganta con bonitas manchas azules. La floración ocurre en marzo-abril, a veces a finales de febrero en el sur de Francia. En el extremo de un tallo floral corto, que no supera los 10 cm, nacen una a 3 flores globulosas. Cada una tiene 3 sépalos puntiagudos idénticos a los 3 pétalos, que se llaman tépalos. La corola se abre ampliamente al sol, en estrella, exhalando un perfume sutil, bastante indefinible, a la vez dulce y picante. Los bulbos son de pequeño tamaño, de 3 a 4 cm de diámetro. Esta planta desarrolla hojas de un verde oscuro azulado, relativamente estrechas, a veces casi enrolladas, de 10 a 15 cm de longitud. La vegetación se seca algún tiempo después de la floración, mientras que el bulbo entra en reposo. En este período del año, el suelo puede estar muy seco sin que haya daño para el tulipán.

El Tulipa humilis, si bien es una verdadera joya, también es una planta fiable y fiel, que encontrará naturalmente su lugar en una rocalla, en el borde de un camino o en una ladera un poco salvaje, aunque sea bastante seca en verano. Lejos de los grandes cálices de sus parientes holandeses, sus estrellas a ras de suelo animan los parterres, temprano en primavera, junto a los crocos con los que a veces se confunden. Se adapta bien al cultivo en maceta o en jardineras, lo que permitirá disfrutar al máximo de su floración radiante.  

Las  tulipanes botánicos, y los tulipanes muy cercanos como esta selección, no degeneran con el tiempo, se naturalizan y pueden permanecer en su lugar varios años sin cuidados especiales y se complacen en los bordillos y las rocallas. Para crear escenas coloridas, se pueden asociar con diversas pequeñas plantas bulbosas : Ipheion uniflorum, Anémona blanda, Cyclamen coum, Erythronium pagoda, Leucojum vernum…