Chlidanthus fragrans - Lirio de hadas perfumado

El Chlidanthus fragrans es una encantadora planta bulbosa sudamericana poco conocida, cuya floración amarilla agradablemente perfumada recuerda un poco a la de los lirios o de ciertos narcisos, lo que le ha valido sus nombres comunes de Lirio del Perú, lirio de hadas perfumado o incluso Narciso peruano. Sus flores en forma de trompetas aparecen a finales de primavera, emergiendo de un pequeño grupo de hojas estrechas. La planta entra en reposo en otoño y pasará el invierno en seco, protegida de las fuertes heladas. Fuera de nuestras regiones más clementes, el Chlidanthe fragante se cultiva a menudo en macetas, en un sustrato ligero y drenado, al sol.

El Chlidanthus fragrans pertenece a la familia de las amarilidáceas, es pariente de los narcisos y las nerinas, por ejemplo. Esta especie botánica es originaria de los Andes chilenos y peruanos con inviernos secos. Su bulbo perece por debajo de -8/-10 °C y se pudre en inviernos fríos y húmedos. La vegetación comienza en primavera, en mayo. Toma la forma de una roseta de hojas estrechas y lineales, de color verde grisáceo, de 20 a 40 cm de longitud, parecidas a las de los narcisos. A finales de primavera, generalmente en junio, aparecen tallos florales de 25 cm que llevan una umbela compuesta por 2 a 5 flores erectas de 8 cm de longitud, exhalando un potente aroma con notas cítricas y de limón. Cada flor tiene un largo tubo que se ensancha en una corola estrellada con 5 pétalos curvados de color amarillo brillante. Tras la polinización por los insectos se forman frutos en cápsulas conteniendo semillas. La follaje se seca en noviembre, marcando la entrada en reposo de la planta, en un suelo seco.

En los jardines libres de heladas, el Chlidanthus fragrans se instalará en una rocalla o un macizo bien drenado, a pleno sol. Se asociará con otros pequeños bulbos de primavera como tulipanes y narcisos botánicos, crocus o ipheions por ejemplo. En otros lugares, es perfectamente posible arrancar los bulbos al final del verano como comúnmente se hace con los gladiolos, por ejemplo, y replantarlos después de las heladas. Esta pequeña planta bulbosa permite componer grandes macetas para decorar la terraza o el balcón, para colocar a una buena altura, por ejemplo en un alféizar de ventana o en una mesa, para disfrutar del delicado perfume de las flores. Invernarás la maceta en una habitación fresca, en seco.