Sprekelia formosissima

El Sprekelia formosissima, también conocido como Lirio de Santiago, es una planta bulbosa relacionada con los amarilis que produce una gran flor solitaria de color rojo sangre cuya elegancia distinguida no deja de recordar a la de algunas orquídeas. Es la disposición en cruz de los tépalos de la flor, evocando la cruz de los caballeros de Santiago, lo que le ha valido a esta planta su nombre de "lirio de Santiago". 

 El Sprekelia formosissima es una planta de la familia de las amarilidáceas originaria de las zonas montañosas de México y Guatemala. En estas regiones, el invierno es seco y las heladas no son raras, mientras que la primavera y el verano son cálidos y bastante lluviosos. Bajo nuestros climas, el lirio de Santiago solo se puede cultivar en suelo abierto donde las temperaturas no desciendan por debajo de -6 °C y a condición de que el suelo esté perfectamente drenado y protegido de la humedad excesiva. El cultivo en macetas permite resguardar la planta en seco en invierno (es necesario para la inducción floral) y sacarla de mayo a finales de septiembre al exterior.

En mayo-junio, cada bulbo de Sprekelia produce un solo bohordo floral hueco verde lavado de rojo, de 50 cm de altura, que lleva una flor solitaria de 10 cm de diámetro. Esta flor de forma original está compuesta por 6 tépalos: tres sépalos anchos dirigidos hacia abajo y tres pétalos más delgados erectos, ligeramente enrollados. La flor es efímera, solo vive unos días. Después de la floración, emerge el follaje del suelo. Está compuesto por hojas en forma de cinta, de aproximadamente 40 cm de largo, brillantes, de color verde intenso, agrupadas en roseta. El follaje amarillea y se seca a principios de otoño, mientras que el bulbo entra en reposo. En este período del año, el suelo deberá mantenerse más bien seco, incluso muy seco.

El Sprekelia formosissima se sentirá cómodo en suelo ligero, drenante, rico, no calcáreo, que permanezca fresco durante todo el período de floración y vegetación, en una exposición muy soleada. Es más fácil de cultivar en macetas en una mezcla de tierra, arena y tierra de jardín en partes iguales con un aporte de abono especial para bulbos y un riego adecuado. Para un efecto espectacular, reúna una decena de bulbos en una gran maceta.