Gladiolo Green Star

El Gladiolo híbrido o Gladiolus Green Star, con sus grandes flores rizadas en color verde anís a verde lima, es una estrella de los parterres soleados y un imprescindible en los ramos caseros. Su asociación con flores ciruela, violetas o azules es de gran elegancia y un gusto perfecto. Los tallos son fuertes, rechonchos, cubiertos de numerosos botones. Los entregamos en gran calibre 14+ para la mejor de las floraciones.

Los gladiolos cultivados, pertenecientes a la familia de las iridáceas, son híbridos. Se dividen en 3 grandes grupos: Grandiflorus (grandes flores), Primulinus (temprano) y Nanus (mariposas). 'Green Star' pertenece a los Grandiflorus. Es una planta herbácea vivaz, de hojas anchas en forma de espada, dispuestas en abanico y formando un manojo de 1m de altura. Las hojas están coronadas por una inflorescencia en espiga cuyas flores en forma de embudo muy abiertas, de 10 cm de largo, son llevadas por tallos sólidos. Aquí tienen un tono intermedio entre el verde y el amarillo, lavado de lima, particularmente rizadas en el borde de los pétalos. El órgano de reserva es un cormo, que es un pseudobulbo correspondiente a un tallo hinchado provisto de escamas.

Los gladiolos y sus largos tallos coloridos son el símbolo de los años 70 y de las composiciones florales un tanto formales. Si bien son insustituibles en ramos, en los jardines, su silueta necesita la compañía de plantas de follaje exuberante que realzarán su floración abundante, pero locamente romántica. Plántelos en grupo en parterres de salvia, tabaco, lirios y bergamotas o en compañía de claveles y nomeolvides para formar mezclas coloridas. Son habituales en los pequeños jardines amurallados, donde acompañan a las verduras hasta el huerto. Para la elaboración de ramos, corte los tallos florales cuando se abre el primer ramillete. Plántelos a intervalos de dos semanas desde principios de primavera hasta finales de junio para florecer la casa y el jardín todo el verano.

El gladiolo debe su nombre a la forma de sus hojas en espada, derivado del latín gladius. Sus formas salvajes a menudo se representaban en joyas o en tapices y telas que realizaban los semitas antes de la era cristiana.