Gladiolo Laura Jay

El Gladiolus primulinus Laura Jay es una variedad de gladiolo de modesto tamaño, relativamente resistente, con una floración temprana para un gladiolo. Este bulbo produce espigas bien pobladas de pequeñas flores radiantes, ofreciendo un magnífico contraste de colores, rojo violáceo manchado de blanco-crema. Este híbrido es cultivable en terreno abierto todo el año en nuestros climas, siempre que se realice un buen acolchado en invierno. Tiene grandes posibilidades de cambiar la percepción de los detractores de esta planta, a menudo considerada demasiado rígida y de aspecto artificial. Se integra mucho mejor que sus primos, los grandes híbridos holandeses, en parterres de plantas vivaces.

El género Gladiolus pertenece a la familia de las iridáceas, las variedades cultivadas son híbridos distribuidos en 3 grandes grupos: Grandiflorus (con grandes flores), Primulinus (temprano) y  Nanus (mariposas). 'Laura Jay' es parte de los Primulinus, caracterizados por flores bastante pequeñas y a menudo manchadas, dispuestas irregularmente en tallos de 60 a 70 cm de altura, cada uno portando hasta 20 floretes. El pétalo superior de cada flor tiene forma de casco curvado.

El gladiolo 'Laura Jay' es una planta herbácea perenne, con hojas delgadas en forma de espada, dispuestas en abanico y formando un mechón de 30 cm de altura. Las hojas están coronadas por una inflorescencia en espiga que se eleva a 70 cm del suelo, cuyas pequeñas flores, que se asemejan a las de algunas orquídeas, son llevadas por tallos muy delgados, perfectamente verticales. Están compuestas por 6 pétalos: los 3 pétalos superiores son de un rojo violáceo, atravesados por una línea blanca, mientras que los 3 pétalos inferiores están ampliamente manchados de crema hacia la garganta. El órgano de reserva es un cormo, que corresponde a un pseudobulbo que es un tallo engrosado provisto de escamas. Cada cormo producirá 2 o 3 tallos florales. El follaje se seca después de la floración, mientras que la planta entra en reposo.

Los gladiolos y sus largos tallos coloridos son el símbolo de los años 70 y de las composiciones florales un tanto formales. Si bien son insustituibles en ramos, en los jardines, su silueta necesita la compañía de plantas con follaje exuberante que realcen su floración abundante, pero locamente romántica. Plante 'Laura Jay', refinado y chispeante, en parterres de gramíneas, en compañía de nomeolvides y de lino azul, por ejemplo. Juegue con el blanco de algunas alstroemérias o aquilegias, para la elegancia y añada aquí y allá un follaje plateado de artemisa o de Stachys lanata. Los gladiolos son habituales en los pequeños jardines amurallados, donde acompañan a las hortalizas hasta el huerto. Para la elaboración de ramos, corte los tallos florales cuando el primer florete se abre. Plántelos a intervalos de dos semanas desde principios de primavera hasta finales de junio para florecer la casa y el jardín todo el verano. 

 
El gladiolo debe su nombre a la forma de sus hojas en espada, derivado del latín gladius. Sus formas silvestres a menudo se representaban en joyas o en tapices y telas que realizaban los pueblos semitas antes de la era cristiana.