Dalia honka Izarra

El Dalia Izarra es una variedad de flores en estrella bicolores amarillas y naranjas del grupo de las Dahlias Orquídeas. Sus pétalos afilados, con bordes más o menos enrollados, están aleatoriamente bordeados o manchados de naranja sobre un fondo amarillo brillante. Irradian desde el centro de la flor, ocupado por un corazón amarillo oro. La flor, muy elegante y flameada, merece ser destacada en el jardín o en un ramo, junto a flores ligeras o follajes oscuros. Semi-resistente, su raíz puede permanecer en suelo abierto hasta temperaturas del orden de -8°C.

Las Dahlias pertenecen a la familia de las Asteráceas, originarias inicialmente de las mesetas altas de México. En la actualidad, las aproximadamente 75,000 variedades hortícolas obtenidas por el hombre han invadido, para nuestro mayor placer, los jardines de todo el mundo. La Dahlia Izarra es una planta vivaz caduca que posee raíces tuberosas, hinchadas. Reunidos en racimos, estos tubérculos producen en primavera, tan pronto como la temperatura aumenta, tallos erguidos, huecos y ramificados, portando hojas compuestas, imparipinnadas, con folíolos redondeados. Las varas sólidas, carnosas, de 70-80 cm de altura aproximadamente, terminan en inflorescencias que se llaman capítulos, de 7 a 8 cm de ancho. La vegetación de esta variedad es de color verde intenso.

Para favorecer las floraciones recurrentes, asegúrate de cortar las flores marchitas, o mejor aún, haz regularmente grandes ramos coloridos asociándolos con otras variedades de tonos cálidos. Izarra combina especialmente bien con las flores discretas y los follajes púrpuras (candelabros de plata, coralitos) que no eclipsarán la delicadeza de su floración. Ofrécele como compañeros, por ejemplo, nigelas, cosmos, centaureas y escabiosas que florecen al mismo tiempo, así como los Asteres y la verbena de la Patagonia. 

Planta destacada en los bordillos y en los pequeños jardines amurallados, las Dahlias acompañan sin complejos a las flores más bellas, pero también se aprecian junto a las plantas hortícolas. En México, este tubérculo fue cultivado inicialmente como hortaliza-rábano para ser consumido. Pero sus pobres cualidades gustativas la relegaron al rango de planta ornamental. Desde entonces, el interés por su bella exuberancia nunca ha disminuido. 

Consejos : Al plantar, ten en cuenta las dimensiones para la composición de tus parterres.