Colchicum autumnale Major - Cólquico

El Colchico de Otoño Major, comúnmente asociado al Colchico Bizantino, es una planta vivaz vigorosa probablemente de origen híbrido. Es uno de los colquicos de otoño más tempranos, ya que florece desde septiembre. Cada gran 'bulbo' da lugar a quince a veinte flores en forma de largas copas, de color rosa lila suave, marcadas por un centro blanco y algunas venas también blancas. Estas flores no temen las inclemencias del tiempo. Esta forma, muy buscada, es capaz de florecer 'fuera del suelo', sin agua, en el borde de una ventana, por ejemplo. Su cultivo no presenta dificultades, pero requiere un suelo bien drenado y una ubicación soleada.

El Colchico de Otoño Major es una planta geófita con cormo de la familia de las liliáceas, y una de las 45 especies o híbridos espontáneos que cuenta este género originario de África del Norte, Europa y Asia occidental y central. Durante mucho tiempo se creyó que esta planta era originaria del sureste de Europa, pero investigaciones recientes concluyen en un origen híbrido del Colchicum Major, probablemente resultado del cruce entre el C. otoñal, nuestro colchico europeo inmortalizado por la canción infantil, y el C. cilicicum, nativo del sur de Turquía y Siria. De hecho, este colchico es estéril. El bulbo, en realidad un cormo, es particularmente grande: alcanza los 5 a 10 cm de longitud con un diámetro casi similar. En su madurez, la planta alcanza una altura de 12 cm. Su floración es muy temprana. Sus flores en forma de largos tulipanes miden hasta 10 cm de largo y están provistas de estigmas púrpuras bastante cortos. En primavera desarrolla grandes hojas verdes oscuras, brillantes, curiosamente estriadas, erectas que pueden alcanzar los 25 a 30 cm de longitud. Estas desaparecen a finales de primavera o principios de verano, cuando la planta entra en reposo. El colchico es calificado como nudifloro, es decir, las flores se desarrollan antes que las hojas.

El Colchico de Otoño Major es una planta silvestre un tanto nostálgica, que anuncia la llegada del otoño pero también celebra a menudo el advenimiento de un hermoso final de temporada, ya que septiembre es uno de los meses más bonitos del año en el jardín, en todas nuestras regiones. Se utiliza en rocallas, en claros de bosques pero también en los céspedes junto a los crocos y muscaris, en macetas efímeras, pero también en ramos de otoño. Su presunto pariente, el Colchico de Silicia, extendido en Siria en el sur de Turquía en el Monte Tauro, le ha legado una resistencia a la sequía estival superior a la de nuestro colchico nativo. Prospera mejor en climas montañosos, con inviernos bien marcados, pero no teme los suelos bastante secos en verano. Se naturaliza fácilmente en el jardín de rocalla y en cualquier suelo bien drenado. Todas las partes del colchico son tóxicas.