Tapiz florido de otoño - Ciclamen de Nápoles rosas y blancos

Te presentamos la colección Tapiz floral de otoño para celebrar la belleza del Ciclamen de Nápoles en rosa y blanco. Pequeña planta resistente, este ciclamen tiene pocos rivales para embellecer el jardín entre finales del verano y otoño. Sus hojas con forma de corazón, a menudo jaspeadas con motivos plateados, forman un tapiz denso y decorativo hasta la primavera. Las flores, pequeñas pero elegantes, se elevan graciosamente sobre el follaje, aportando un toque de color a las zonas sombrías. Plantarás los bulbos en un suelo bien drenado donde podrán prosperar sin mantenimiento ni riego en verano.

Esta colección Tapiz floral de otoño se compone de dos variedades de Ciclamen de Nápoles, perfectamente combinadas para crear un encantador cuadro otoñal. A saber:

10 Ciclamen de Nápoles rosa (Cyclamen hederifolium): la especie silvestre, con flores de un rosa suave. Se elevan en tallos gráciles de aproximadamente 10 a 15 cm de altura. Sus hojas jaspeadas aparecen después de las flores, creando un tapiz decorativo. Desaparecen antes del verano. Florece en agosto-septiembre.

5 Ciclamen de Nápoles blanco (Cyclamen hederifolium ‘Album’): Similar en tamaño y porte a la variedad rosa, este ciclamen se distingue por sus flores de un blanco puro, que iluminan los rincones sombríos del jardín. Florece en agosto-septiembre, justo antes de que aparezcan las hojas.

Los bulbos se empaquetan y etiquetan por separado.

Los tubérculos del Ciclamen de Nápoles se plantan idealmente en otoño, en un suelo ligero, bien drenado, enriquecido con tierra. Colócalos en zonas sombrías, en bordes de entrada o en rocallas sombreadas, a razón de 15 bulbos por m², respetando un espacio de 15 cm entre cada uno. Si optas por un cultivo en maceta, asegúrate de utilizar una mezcla de tierra y arena para garantizar un buen drenaje. Las variedades blancas y rosas se combinan armoniosamente, creando un efecto de masa suave.

Para un encantador decorado otoñal, combina estos ciclámenes con el Carex oshimensis ‘Evergold’, cuyas hojas jaspeadas de amarillo se mezclan armoniosamente con los tonos pastel de los ciclámenes. Planta tres ejemplares de Carex por m², alrededor de los ciclámenes. Añade algunas matas de Aster divaricatus (4 plantas/m²) que se adornan con pequeñas flores blancas estrelladas a finales del verano. Coloca en el fondo algunas rosas de Navidad (Helleborus niger) (2 plantas/m²). Con sus flores blancas, estas plantas perennes animarán el tapiz en invierno.