Perejil Géant d'Italie

El Perejil Gigante de Italia es una variedad de hojas planas de gran desarrollo con hojas bien cortadas y anchas. Su aroma es más fuerte y sutil que la variedad estándar.
¿Por qué no hacer un auténtico tabulé si tienes mucho perejil? Un tercio de menta, dos tercios de perejil, tomates, cebollas y bulgur con un chorrito de aceite de oliva y limón. Así podrás utilizar los excedentes de este perejil de esta variedad muy productiva de manera muy agradable. Siempre ten a mano una maceta de perejil que te será de gran ayuda en la cocina.
El Gigante de Italia se cosecha de abril hasta los primeros fríos, y aún más tiempo si se cultiva en macetas, para siembras de febrero a septiembre.

El perejil es una hierba aromática y condimentaria que también se utiliza como planta medicinal. Es rico en vitaminas, oligoelementos y minerales. Destaca especialmente por su alto contenido en vitaminas C y A: 100 g de perejil contienen cuatro veces más vitamina C que 100 g de naranja y cuatro veces la dosis diaria necesaria de vitamina A. Es un estimulante del sistema nervioso, combate eficazmente la anemia y posee propiedades desintoxicantes.

No es de extrañar que haya simbolizado la fuerza en la antigua Grecia y haya sido venerado por los romanos, quienes lo introdujeron en muchos países del Imperio. Cayó en desgracia en la Edad Media, donde se le asociaba al diablo. La explicación radica probablemente en la germinación un tanto variable de la planta. Esta bienal originaria del Cercano Oriente se cultiva como anual, excepto si se desea dejarla florecer y recolectar su semilla. Produce entonces umbelas de diminutas flores verde amarillentas a blancas. Pero es por sus hojas que se cultiva el perejil. Contiene aceites esenciales y, al ser ligeramente machacado, perfuma el entorno. Son de un verde intenso, divididas en tres foliolos y luego en lóbulos profundamente marcados. A veces el Perejil se confunde con el perejil de cerdo, una planta tóxica, cuyas hojas son similares pero que desprende un olor desagradable. El Perejil tuberoso se cultiva tanto por su raíz pivotante como por su follaje. Los pies de perejil pueden alcanzar los 60 cm de altura.

A menudo se incluye en las hierbas de Provenza en combinación con tomillo, laurel y romero. Es muy apreciado en las persillades que acompañan a las judías verdes, caracoles, etc. También se utiliza con frecuencia como elemento decorativo en los platos.

La cosecha: la cosecha generalmente tiene lugar tres meses después de la siembra. Se cosecha directamente con tijeras o pellizcando según las necesidades en la cocina. Este corte estimula la planta y favorece la formación de nuevos brotes. Es útil tener tus aromáticos a mano, en macetas en el alféizar de la ventana o cerca en el jardín para no tener que atravesar todo el huerto cada vez que lo necesites.

La conservación: el perejil es mucho mejor consumido fresco. Pero se congela muy bien. Para ello, lávalo y déjalo secar bien. Agrupa las ramas en manojos que colocarás en una bolsa de congelación. Así podrás conservarlo durante todo el invierno y utilizarlo según tus necesidades. Si prefieres dejarlo secar, lava las ramas, sécalas cuidadosamente y luego déjalas secar con las cabezas hacia abajo en un lugar seco. Cuando las ramas estén quebradizas, desmenuza y transfiere a un recipiente hermético.

El truco del jardinero: se dice que el perejil refuerza el aroma de las rosas. Para evitar la mosca de la zanahoria, que también adora el perejil, plántalos al pie de tus lavandas para ahuyentarlas. Rábanos y perejil se potencian mutuamente, mientras que la presencia del perejil inhibe el crecimiento del apio-nabo.