Alforfón Abono verde - Fagopyrum esculentum

El Alforfón, en latín Fagopyrum esculentum,  comúnmente conocido como Trigo sarraceno, es una planta anual denominada 'limpiadora' que se utiliza como abono verde para mejorar la tierra del Huerto, entre dos cultivos. Es conocido por atraer insectos beneficiosos, limitar el crecimiento de hierbas no deseadas, contribuir a aflojar la tierra mientras combate la lixiviación del suelo o el fenómeno de compactación causado por la lluvia. El alforfón se siembra en primavera después de las heladas, hasta agosto. Se corta de abril a julio o de agosto a octubre, y los residuos se entierran de mayo a agosto o en octubre-noviembre.

El Alforfón pertenece a la familia de las Polygonaceae y no a la familia de los trigos (Triticum) a pesar de su denominación de trigo sarraceno. Se utiliza como abono verde especialmente por su aspecto 'limpiador' con respecto a las hierbas no deseadas y su fuerte poder cubriente. El alforfón desarrolla tallos erectos de 30 a 70 cm de altura, de color violáceo. Las hojas son en forma de corazón invertido mientras que las pequeñas flores, de color blanco rosado, están agrupadas en racimos apretados. El alforfón es sensible a las heladas. Se adapta a todo tipo de suelos, incluidos los suelos pobres.

Muy utilizados en jardines cultivados de forma orgánica, los abonos verdes como el alforfón tienen numerosas ventajas. Nutren y purifican la tierra aportándole diversos nutrientes y estimulando la vida microbiana del suelo. Sus raíces muy densas van a aflojar la tierra, descompactarla y airearla. Además, la presencia de una cubierta vegetal protege los suelos de la lixiviación (pérdida de nutrientes en suelos arenosos), de la compactación por lluvias (formación de una costra en suelos limosos) y de la erosión (debida al escurrimiento en caso de fuertes lluvias asociadas a un terreno inclinado). Esta cubierta vegetal también permite limitar la maleza evitando la germinación y el desarrollo de hierbas no deseadas. Finalmente, los abonos verdes suelen ser melíferos y atraen a los polinizadores.

Los abonos verdes se siembran en parcelas no cultivadas o en parcelas intercalares, entre las filas de vegetales. Son destruidos ya sea naturalmente por las heladas, ya sea por siega antes de la formación de semillas. Una vez destruidos, pueden dejarse en el lugar como acolchado, ser triturados e incorporados a las capas superficiales del suelo, o ser recogidos y llevados al compost.