Aguaymanto Bio - Physalis peruviana

El Physalis peruviana, también conocido como Aguaymanto, Tomate verde o Alkekenge, es una planta vivaz cultivada principalmente como anual en nuestros climas. Produce pequeñas bayas naranjas encerradas en un cáliz con forma de linterna. Estas frutas decorativas y comestibles son un poco más grandes que las del Linterna china. Plantación al sol, en mayo y junio para una cosecha de agosto a octubre.

El Aguaymanto pertenece a la familia de las Solanáceas y al género de los Physalis, al igual que el Linterna china o los tomatillos. Originario de Sudamérica, esta planta vivaz teme al frío y se cultiva principalmente como anual en nuestros climas. Coloque el Aguaymanto en un lugar muy soleado, ya que necesita calor para que las frutas puedan madurar. Con sus frutas tanto decorativas como comestibles, se puede cultivar en el huerto o en el jardín ornamental. Reserve un espacio lo suficientemente grande, ya que el Aguaymanto crecerá hasta 80 cm de altura y anchura. Presenta un porte tupido, con grandes hojas velludas. En verano, aparecerán flores amarillas con un corazón negro y luego dejarán lugar a las frutas. Son pequeñas bayas de color amarillo anaranjado, contenidas en un cáliz con forma de linterna. Inicialmente verde, el cáliz se secará y tomará un tono beige cuando las frutas estén maduras.

En cuanto a la cocina, las frutas con sabor dulce y ácido se pueden consumir crudas, como aperitivo o postre. Un pequeño capricho: ¡sumergir las bayas en chocolate derretido y dejar enfriar antes de morderlas! Las frutas también se pueden cocinar para hacer mermeladas, compotas o gelatinas. También se pueden decorar los platos simplemente colocando la 'linterna' ligeramente abierta.

La cosecha: se realiza de agosto a octubre. El cáliz en forma de farol se seca y adquiere un tono beige. Recoja las frutas con su envoltura, de 2 a 3 veces por semana. Recolecte solo las frutas bien maduras, ya que, al igual que todas las Solanáceas, la planta y las frutas verdes son tóxicas.

La conservación: deje la envoltura alrededor de las frutas. Consérvelas durante varias semanas, extendidas en cajones sin tocarse unas a otras, a temperatura ambiente.

El consejo del jardinero: para mantener la frescura del suelo en verano, le recomendamos colocar mantillo con capas finas sucesivas de recortes de césped, preferiblemente mezcladas con hojas secas. Esta protección, que permite que el suelo se mantenga húmedo, también reduce las malas hierbas.