Cilantro (plantas) - Coriandrum sativum

El Cilantro cultivado, en latín Coriandrum sativum, es una planta anual muy aromática que se asemeja al perejil. Su fragancia evoca una mezcla de apio con un toque de anís o naranja. Sus hojas y semillas secas se utilizan en la cocina oriental y asiática, pero también en América Latina y en la cocina mediterránea. Plántelo en primavera después de las últimas heladas, para una cosecha a lo largo del verano según las necesidades. Se pueden conservar algunas semillas para volver a sembrarlas en un lugar cálido a principios de primavera.  

El Cilantro pertenece, al igual que el Cerefolán y el Eneldo, a la familia de las Apiáceas (anteriormente Umbelíferas) y forma una hermosa planta que puede alcanzar los 50 cm de altura. Se cultiva al sol o en media sombra, en tierra bastante rica.

Aunque fácil de cultivar, es una de esas plantas muy reactivas que necesitan un mínimo de calor para crecer pero que no toleran bien los episodios de sequía que la hacen florecer rápidamente. Para contrarrestar esta sensibilidad y disponer de este aromático durante un largo período, le recomendamos escalonar las siembras en el tiempo, idealmente cada 3 o 4 semanas.

Es una planta condimentaria con un aroma bastante potente. Las hojas perfuman adobos, pescados, ensaladas. Es preferible usarla cruda, ya que la cocción altera un poco su fragancia. Las semillas, con un sabor dulce y cítrico, son perfectas con los pepinillos pero también, molidas, en panes de especias.

Cosecha : La cosecha de Cilantro (hojas y semillas) se extiende, siempre y cuando se escalonen las siembras, a lo largo de un largo período, desde el verano hasta el otoño.

Conservación : Las hojas de Cilantro se conservan algunos días en el refrigerador o, algunos meses mediante secado o congelación. Sin embargo, es preferible, para disfrutar plenamente de su fragancia, consumirlas recién cortadas. Las semillas, una vez bien secas, se guardan en una bolsa de papel o en un frasco, a temperatura ambiente y protegidas de la humedad.

El truco del jardinero : Para reducir los riegos, le recomendamos, a partir de finales de mayo, mulchar el suelo con finas capas sucesivas de recortes, preferiblemente mezcladas con hojas secas. Esta protección, que mantiene el suelo húmedo, también reduce el deshierbe.