Apio nabo Monarch

El Apio-rábano Monarch es una planta herbácea de hortalizas que mide de 50 a 80 cm de altura. Es una variedad tardía, robusta, resistente a la floración, de buena conservación y poco sensible al óxido. Se cultiva por su gruesa raíz carnosa regular de sabor fino y no ahuecada. Esta raíz es redonda, con raicillas y coronada por una roseta de hojas. Las hojas, fragantes y muy divididas, son menos altas que las del apio de tallo y tienen un sabor amargo. La siembra va de febrero a finales de mayo para una cosecha 6 a 7 meses más tarde.

El apio-rábano desciende de una planta llamada Apio de pantano, originaria del Mediterráneo. En la época de la antigüedad, el apio no se consideraba una verdura sino una planta medicinal, hasta el Renacimiento. Cultivado mucho después que el apio de tallo (época romana), parece que la aparición del apio-rábano data del inicio del siglo XVIII.

La raíz del apio-rábano se consume cruda en ensalada o en remoulade con una mayonesa de mostaza. Cocida, se puede preparar con salsa de tomate, salteada, gratinada, en puré o en buñuelos. Las hojas del apio-rábano pueden aromatizar las sopas. El apio también tiene numerosas virtudes: es antirreumático, aperitivo, digestivo, remineralizante y contiene vitaminas, cobre, hierro y yodo.

El apio requerirá una importante aportación de compost bien descompuesto (5 kg por m²), ceniza de madera y estiércol.

Cosecha: arrancar las raíces antes de las heladas porque el apio-rábano teme el frío. Dejar que se sequen en el suelo durante un día, luego cortar las hojas y las raicillas.

Conservación: almacenar las raíces en silo o conservarlas en una bodega en arena.

El consejo del jardinero: el apio es especialmente exigente en agua y nutrientes. Prever un buen acolchado para mantener la humedad alrededor de la planta y un buen aporte de materia orgánica.