Hibisco - Hibiscus sabdariffa

La Hibisco de Guinea (Hibiscus sabdariffa) es una planta tropical que se puede cultivar en nuestros climas como anual, cuidando de colocarla en una situación cálida, en suelo ligero y húmedo con riegos regulares según la necesidad del clima. Ofrece una magnífica floración estival en un arbusto elegante, con un follaje grácil. Es una planta que aporta beneficios. Las hojas se consumen como verdura y las flores, aromáticas y dulces, son la base de muchos usos, en cocina, en infusión o en una bebida refrescante, el Bissap.

La Hibisco de Guinea, en latín Hibiscus sabdariffa tiene diferentes denominaciones según los países donde se produce. Por ejemplo, en Martinica y Guadalupe, se le llama: flor de jamaica; en Egipto y México, se le conoce como: Karakandji. Así, comúnmente puede recibir el nombre de: Hibisco, Flor de jamaica, Karkadé, Bissap, Carcadet, Té de Abisinia, Té del Imperio, Hibisco de Guinea. Pertenece a la familia de las malváceas, como la malvarrosa, el malvavisco, la lavatera. Originaria de Guinea, se desarrolla y se produce en regiones tropicales del sudeste asiático (India, Sri Lanka, Tailandia ...), de África occidental (Senegal, Benín, Togo, Níger ...) y de México. Es una planta herbácea arbustiva que no tolera temperaturas por debajo de 8°C, por lo que en nuestros climas se cultiva como anual, sembrándola cada año. Forma un mata densa y ramificada que puede alcanzar 1,80 a 2 m de altura y 1,20 m de envergadura. Las ramas rojizas llevan hojas verdes, de 3 o 5 lóbulos, lanceoladas, alternas, de 5 a 10 cm de largo, con la base de las venas muy pronunciadas en rojo púrpura y un pecíolo también rojo. Las flores, de unos 8 cm de diámetro, se abren en una corola compuesta por 5 pétalos rosa pálido con tintes amarillos hacia el centro, rodeando un corazón púrpura oscuro. A la madurez, después de la caída de los pétalos, queda un cáliz hinchado y carnoso de color púrpura. Contiene los frutos en forma de cápsulas, con 25 a 35 semillas, marrones, redondas de 3 a 4 mm, en su interior.

De crecimiento rápido, la Hibisco de Guinea es muy decorativa por su floración en julio-agosto y permanece durante todo el otoño por sus grandes frutos que persisten en la planta hasta bien entrada la temporada. Aunque puede ser cultivada solo por sus valores ornamentales, ofrece numerosos beneficios para el organismo. Sus propiedades son conocidas desde hace milenios. Los mayas de las tierras altas al oeste de Guatemala la han utilizado desde hace mucho tiempo y en África, forma parte de la medicina tradicional. Como verdura, las hojas y los brotes jóvenes se consumen crudos o cocidos. Los sabores, a la vez dulces, ácidos y afrutados, de las flores de la Hibiscus sabdariffa se asemejan mucho a los del canelo  (Drimys winteri). Ricos en vitamina C y fuente de antioxidantes, una vez secos, los cálices rojos son muy apreciados en infusión. Además, estas infusiones se pueden usar para aromatizar salsas o mermeladas. Las flores aportan un sabor dulce a los pasteles, a la crema catalana o a los huevos al baño María. A esta planta se le atribuyen numerosas propiedades medicinales, entre otras acciones sobre la obesidad, el sistema urinario, la diabetes.

El Bissap es una bebida rojo rosada, afrutada y ácida, elaborada a partir de las flores (pétalos y cálices) de la Hibisco de Guinea. Muy refrescante, se puede consumir fría o caliente. En África occidental, esta bebida, muy extendida, se llama: karkadé o carcadé. Fácil de preparar, basta con infusionar el equivalente a 3 cucharadas de flores de Hibisco de Guinea en 100 ml de agua, ya sea llevándolo a ebullición durante 15 minutos, ya sea durante unas diez horas en agua fría. Para aromatizar el Bissap, se puede añadir jengibre o menta.

La Hibiscus sabdariffa se siembra de marzo a mayo bajo cubierta calefactada, luego el trasplante al terreno abierto se puede hacer a partir de junio cuando la tierra esté más caliente. Se puede cultivar en macetas lo que permitirá llevarla adentro bien caliente durante el invierno. La planta se congela a 0°C. Esta planta exótica crece rápidamente. Encuentra su lugar aislada, en el césped, en un parterre de flores de verano, teniendo en cuenta su altura, o también en maceta en una terraza siendo cuidadoso con los riegos. Sus flores, muy melíferas, atraen a los insectos polinizadores del jardín. Necesita calor y sol, en un suelo fresco, bien drenado y húmedo. En verano, al no soportar la sequía, la falta de agua puede ser devastadora. En nuestros climas, en otoño, durante el período de fructificación, hay que estar atento al exceso de agua. Para el consumo, la recolección de las flores se realiza a medida que florecen. Para asegurar las siembras de los años siguientes, las semillas se recolectan a finales de otoño.

El truco del jardinero: la Hibisco de Guinea es bastante sensible a la araña roja, un ácaro, de la familia de los tetraníquidos, así como al pulgón. Para combatir estas plagas, pulveriza una solución a base de jabón negro (acción por asfixia) o bicarbonato de sodio (acción repelente) o vinagre blanco (acción repelente en caso de ataque leve).