Hinojo de Florencia de Florence

El Hinojo dulce de Provenza es una variedad tradicional, bastante tardía que forma hermosos bulbos redondos, blancos nacarados con un delicado sabor a anís. Es adecuado para las regiones meridionales. El período de siembra se extiende de marzo a junio para una cosecha de julio a octubre.

El Hinojo pertenece, al igual que la Zanahoria y el Eneldo, a la familia de las Apiáceas (anteriormente Umbelíferas) y forma una hermosa planta con un follaje fino y ligero cuyas ramas, el "bulbo" y las semillas se consumen. Aprecia los climas templados y se cultiva al sol, en tierra bastante rica.

Aunque fácil de cultivar, el Hinojo es una de esas plantas muy reactivas que necesitan un mínimo de calor para crecer pero que no soportan bien los episodios de sequía que hacen que suba rápidamente a semilla. Todo el arte del jardinero consiste entonces en combinar la variedad adecuada y el momento de siembra.

Los bulbos (que en realidad no lo son, esta parte carnosa se forma por el entrelazamiento de los pecíolos) de Hinojo tienen un hermoso tono blanco nacarado y un sabor ligeramente anisado. Es una hortaliza de sabor delicado que se consume tanto cruda como cocida. Sus ramas se utilizan especialmente para aromatizar platos de pescado. Por último, si por desgracia algunas plantas suben a semilla, consuélese, las semillas de hinojo son un muy buen condimento que facilita la digestión.

Cosecha: La cosecha de hinojo se realiza aproximadamente tres meses después de la siembra y se lleva a cabo según las necesidades.

Conservación: Es una planta bastante delicada que no soporta las heladas. No puede permanecer en la tierra en invierno y debe ser conservada en un sótano. Recién cosechado, el Hinojo se conserva unos días en el refrigerador o varios meses en el congelador después de haber sido blanqueado previamente.

El truco del jardinero: Para limitar los riegos, le recomendamos, a partir de finales de mayo, mulchear el suelo con finas capas sucesivas de césped cortado, preferiblemente mezclado con hojas secas. Esta protección, que mantiene el suelo húmedo, también reduce el deshierbe.