Salvia real Ceres

El Salvia officinalis Ceres Bio, proveniente de la especie silvestre Salvia officinalis, es una selección particularmente aromática, cuyo follaje posee un alto contenido de aceites esenciales. Se trata de un subarbusto ornamental, aromático y medicinal que forma un mechón frondoso. Florece en primavera, en forma de espigas erguidas azul lavanda que atraen a numerosos insectos polinizadores. Esta planta seduce por su sencillez, su follaje gris verdoso muy perfumado y hermoso durante todo el año, y finalmente por su carácter complaciente. Resulta ser muy rústica, bastante resistente a la sequía y solo requiere para prosperar un suelo consistente y una exposición cálida, bien soleada. Su follaje se utiliza fresco o seco para aromatizar la cocina, o para preparar infusiones.

Siembra la Salvia Ceres Bio de marzo a julio para una cosecha de julio a diciembre a partir del año siguiente.

Las virtudes medicinales de la Salvia son conocidas desde la Antigüedad. Griegos y romanos la empleaban contra las mordeduras de serpiente. Los egipcios apreciaban sus virtudes para embalsamar a sus difuntos. «Quien tiene salvia en su jardín no necesita médico»: aquí hay un refrán que muestra la importancia concedida a las virtudes medicinales de la Salvia officinalis, también llamada 'la planta que salva'. La Salvia es de hecho reconocida por sus propiedades diuréticas, tonificantes, antisépticas, antitranspirantes y antiespasmódicas. En la cocina, las hojas frescas o secas aromatizan pescados, aves, salsas y verduras. Agrega las hojas al final de la cocción para preservar su aroma. También se pueden utilizar en infusiones. Las hojas frescas o secas se utilizan para aromatizar guisos, pescados, aves de corral, caza, verduras y pastas. La Salvia contiene un aceite esencial tóxico en altas dosis. 

La Salvia officinalis, como todas las salvias, pertenece a la familia de las lamiáceas o labiadas. Es originaria de Asia occidental, pero se ha extendido y naturalizado desde hace mucho tiempo en el Mediterráneo. En Francia, se encuentra aquí y allá en gran parte del territorio, pero principalmente en lugares secos y áridos de las regiones meridionales. La planta forma un hermoso mechón compuesto por tallos leñosos en la base, vellosos, con pequeñas hojas lanceoladas, verde claro a gris en el haz, más claras en el envés. Alcanzará los 60 cm a 80 cm de altura, con un diámetro de unos 40 cm, a veces mucho más en suelo fértil. La floración, nectarífera y melífera, tiene lugar en mayo-junio, más temprano o más tarde según el clima. Las hampas florales tienen forma de espigas erguidas. Son tallos de sección cuadrada, con flores blancas rodeadas en la base por un cáliz envainante de aspecto aterciopelado, verde claro. Las flores están compuestas por dos labios de color azul malva. El follaje, persistente, está compuesto por hojas gruesas, ovales y estrechas, peludas, con bordes dentados. Los tejidos de la planta contienen un aceite esencial con un olor característico.

La salvia officinalis es fácil de cultivar, requiere una aportación de compost bien descompuesto (3 kg/m²) a finales de otoño o principios de primavera. 

Cosecha : Las hojas se cosechan de abril a octubre cortando simplemente las ramas.

Conservación : Secar las ramas a la sombra y conservarlas en un lugar seco.

El truco del jardinero : Realizar deshierbes y escardas regulares.