Albahaca Citriodorum

Siembra y mantenimiento:

La albahaca prefiere un suelo fresco y suelto, rico en humus. Esta planta también necesita una exposición semisombreada para desarrollarse correctamente. La albahaca teme la exposición directa al sol ya que tiende a quemar las hojas. La albahaca es una planta que se instala en el huerto, pero también se adapta muy bien en macetas en un invernadero o en un balcón.

La siembra: se realiza en primavera, en los meses de marzo, abril y mayo, directamente en su lugar definitivo. Se practica una siembra en hileras, muy aireada, en un surco llano de aproximadamente 10 cm de ancho y 2 cm de profundidad. Las hileras deben estar separadas por 25 cm. Cubrir las semillas con la tierra apartada a lo largo del surco, luego regar. La germinación tarda entre 10 y 15 días. Tan pronto como aparezcan las primeras plantas, se realiza un ligero aclareo. Cuanto más escalonada sea la siembra, más larga será la temporada de cosecha. La siembra también se puede realizar en macetas para luego ser trasplantada, tan pronto como la planta alcance los 10 cm (4 a 6 hojas) de altura. La albahaca puede permanecer en maceta para estar disponible en la cocina si esta es luminosa.

El mantenimiento: la albahaca requiere un riego simple (o un acolchado preventivo) cuando la tierra se seca. La falta de agua (estrés hídrico) puede hacer que la albahaca florezca. Pincear las inflorescencias tan pronto como aparezcan para favorecer la producción de hojas. La albahaca es sensible al oídio, a la podredumbre gris y a los pulgones. Contra las podredumbres y el oídio, es necesario reducir el riego y aclarar la plantación. Contra los pulgones, se pueden tratar las plantas con una mezcla de agua y aceite de oliva.