Garbanzo (semillas) - Cicer arietinum

El garbanzo ORGÁNICO es una planta potagéra anual, robusta y poco exigente, una leguminosa cultivada desde hace mucho tiempo en el Cercano Oriente, donde aún crecen variedades silvestres. Esta especie pertenece a la familia de las Fabáceas al igual que su primo el guisante (Pisum), pero forma parte de un género botánico diferente (Cicer). La planta de garbanzo es arbustiva, mide de 40 a 60 cm. También se distingue del guisante verde por la presencia de una pelusa en toda la planta y sus cortas vainas peludas, amarillo paja que contienen solo una o dos grandes semillas de color beige con superficie rugosa.

El garbanzo desarrolla un tallo ramificado, lleva hojas compuestas por pequeños folíolos ovalados con bordes dentados y de un verde oscuro. Las flores, situadas en la axila de las hojas, presentan un tono blanco rosado. Adaptado a climas templados, el garbanzo tolera bien la sequía y las altas temperaturas, pero es sensible al frío y a una humedad excesiva. Su crecimiento es óptimo alrededor de 20 °C. Prefiere suelos ligeros y sueltos, ligeramente ácidos, con un pH entre 5,5 y 6,5. Esta planta requiere una exposición al pleno sol.

Principales enemigos y enfermedades:
El garbanzo puede verse afectado por enfermedades como el mildiu y el oídio, que requieren una vigilancia atenta para proteger los cultivos.

El garbanzo ama la sequía y el calor intenso. Para una germinación homogénea de las plantas, la temperatura ideal del suelo ronda los 15 °C, aunque el garbanzo comienza a desarrollarse a partir de un suelo a 5 °C. La temperatura para un crecimiento óptimo se sitúa alrededor de 20 °C. Temen la humedad y el frío.

Cosecha: los garbanzos se cosechan entre tres y cuatro meses después de la siembra, a menudo a partir de julio cuando las vainas están marrones y secas.

Conservación: los garbanzos se conservan, una vez bien secos, en un tarro hermético protegido de la luz.

El truco del jardinero: los garbanzos, al igual que todas las plantas de la familia de las Fabáceas, enriquecen el suelo con nitrógeno, gracias a nudosidades en las raíces. Se incluyen en una rotación de cultivos que se realiza en 4 años. El garbanzo es una de las plantas poco exigentes en nutrientes.