Diente de león Vert de Montmagny amélioré

El Diente de León Verde de Montmagny es un diente de león que se cultiva por sus rosetas de hojas anchas y muy recortadas. Es una variedad temprana y productiva. Aunque generalmente se conoce como una adventicia, el Diente de León está lleno de cualidades, tanto dietéticas como gustativas, y lo invitará a su mesa en ensaladas o cocido como las espinacas. Siembra de marzo a junio para una cosecha de noviembre a abril.

El Diente de León (Taraxacum officinale), también conocido como Diente de León, es una planta vivaz que pertenece a la familia de las Asteráceas. ¿Es necesario presentar a esta planta silvestre? El amarillo brillante de sus flores, el característico recorte (en dientes de león) de sus hojas y sus semillas plumosas la convierten en una de las "malas hierbas" más conocidas.

El diente de león común se encuentra de forma natural en praderas, bordes de caminos, pero también en medio de adoquines en la ciudad e incluso en los céspedes mejor cuidados, donde a menudo es perseguido con empeño.

Y quizás sea debido a esta banalidad que se ignoran sus cualidades: rico en vitamina C y betacarotenos, naturalmente diurético, drenante y desintoxicante, sus hojas jóvenes son excelentes en ensaladas. También son muy sabrosas cocidas como las espinacas, rápidamente con un poco de ajo y un chorrito de jugo de limón. Sus flores también son comestibles, permiten la elaboración de gelatina, jarabe y un delicioso vino aperitivo de hermoso color ámbar.

En el jardín, el Diente de León se adapta a un suelo ordinario, incluso pesado y compacto. Le gusta el sol o la media sombra.

Cosecha: las hojas jóvenes se cosechan de noviembre a abril, cuando aún son jóvenes. Por lo general, las flores se recolectan en abril.

Conservación: las hojas se conservan unos días en el refrigerador o unos meses en el congelador, después de haber sido blanqueadas durante unos minutos en agua hirviendo.

El consejo del jardinero: para obtener hojas de diente de león muy tiernas, es posible blanquearlas cubriéndolas con un pequeño montículo de tierra, de aproximadamente 15 cm, o cubriéndolas, como los ingleses hacen con el ruibarbo, con una maceta grande de barro.