Lechugas Rougette de Montpellier - Vilmorin

La Lechuga Cornejo de Montpellier es una Lechuga de Invierno, resistente que se cosecha a principios de primavera. Resiste bien al frío y forma rápidamente bonitas cabezas redondas y firmes, compuestas de hojas verdes teñidas de rojo. Es una variedad bien adaptada a las regiones meridionales, que se siembra en agosto - septiembre para una cosecha de marzo a mayo.

Si la Lechuga es uno de los vegetales más apreciados (se consumen 4,2 kilos por año y por persona), es tanto por su frescura, su crujiente como por sus cualidades gustativas y nutricionales. Se consume cruda en ensalada pero también cocida, braseada o estofada, para acompañar los guisantes verdes, por ejemplo.

Vegetal de hoja por excelencia, la Lechuga es una planta anual que pertenece a la gran familia de las Asteráceas. Su nombre latino, Lactuca sativa, hace referencia tanto a la savia blanca (lactuca) que fluye cuando se corta como al hecho de que se cultiva (sativa).

Es un vegetal imprescindible en todo huerto que se precie y existen tantas variedades que es posible cultivarla casi todo el año. Las Lechugas de invierno son Lechugas rústicas y resistentes al frío. Su desarrollo es más lento que el de las Lechugas de verano, es recomendable sembrarlas a finales de verano / principios de otoño para una cosecha en la primavera siguiente.

El cultivo de la Lechuga es fácil siempre y cuando se respete el calendario de cultivo de cada variedad. Su crecimiento es rápido y se desarrolla bien en cualquier tipo de suelo, siempre que sea rico y se mantenga fresco.

Cosecha: Se realiza simplemente con un cuchillo, cuando las Lechugas están bien desarrolladas.

Conservación: la Lechuga se conserva algunos días en el refrigerador pero, para disfrutar al máximo de su frescura, le aconsejamos consumirla justo después de haberla recolectado. La congelación de la Lechuga cocida es totalmente posible.

El truco del jardinero: Verdadera pesadilla de los jardineros, los caracoles y babosas adoran las hojas de lechuga. Cuando la caza está abierta, hay que admitir que estamos dispuestos a todo para alejarlos o eliminarlos: el cordón de ceniza (que será rápidamente lixiviado por las lluvias), la trampa casera llena de cerveza (que embriaga a los erizos hasta el coma etílico), las bandas de cobre que se supone los electrocutan (que les hacen cosquillas)...

En lugar de perder su tiempo y, accesorio, sus ensaladas, le recomendamos utilizar un producto anti babosas compuesto de fosfato férrico conocido como Ferramol. A diferencia de los anti babosas a base de metaldehído, peligrosos para la fauna y contaminantes, el Ferramol es natural, no tóxico y muy eficaz siempre y cuando piense en "tratar" su parcela unos días antes de realizar sus siembras.

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