Puerro Bleu de Solaise

El Puerro Azul de Solaise es un imprescindible entre todas las variedades. Originario de la región de Lyon y seleccionado a finales del siglo XIX, sigue cosechando el mismo éxito. Es una variedad de invierno, muy resistente que sigue creciendo incluso con temperaturas negativas de -5 o -7°C. No es necesario protegerlo en caso de fuertes heladas. Tiene un follaje muy denso de color azul-verde con tonos violeta. Su tallo es voluminoso pero corto y nunca produce flores.
Es un puerro con un sabor muy fino, ideal para platos de invierno: cocidos, sopas de verduras y quiches.
Sembrándolo de abril a mayo, podrás cosecharlo de octubre a febrero.

El puerro o Allium porrum es una hierba bienal perteneciente a la familia de las Liliáceas. Originario de Asia central, era conocido por los egipcios ya 1500 años antes de nuestra era. En aquel entonces, sus hojas eran largas y muy finas. Los romanos también lo apreciaban. Su aspecto se asemejaba al de su primo la cebolla, con un tallo muy delgado y un bulbo bien redondeado. Se sabe también que en la Edad Media ya se había introducido en toda Europa.

El puerro tiene largas hojas azul-verde o verde oscuro anchas y envainantes que forman lo que se llama el tallo, es decir, la parte blanca que recuerda a un tallo. Esta parte blanca es la más apreciada. De sabor fino, el blanco corresponde a la parte subterránea que no ha estado expuesta a la luz. Al final del segundo año, produce un tallo con una umbela esférica de color morado del tamaño de una pelota de tenis, que se ha convertido en el emblema de Gales.

Este vegetal muy resistente, cuyas variedades de invierno soportan temperaturas inferiores a -15 o incluso -20°C, puede sembrarse gran parte del año (de febrero a agosto). Considerado un vegetal de invierno, se puede cosechar en casi todas las estaciones. El puerro es rico en fibras alimentarias que facilitan la digestión. También es rico en vitaminas C y B y en compuestos azufrados con propiedades antioxidantes. Al igual que la cebolla, se dice que reduce los niveles de colesterol en la sangre, entre otros beneficios.

Es bueno para la salud pero también desde el punto de vista gustativo: su sabor se sitúa entre el de la cebolla y el espárrago, lo que ha llevado a uno de sus apodos, "puerro". Principalmente se consumen el tallo blanco y las raicillas. Se utiliza en la elaboración de muchos platos locales en todo el mundo. Es un elemento clave del tradicional cocido, pero se consume en sopas, quiches, en vinagretas frías o incluso crudo cortado muy fino en ensaladas, etc. Los japoneses lo aprecian especialmente: se encuentra en muchas recetas como sushi, sashimi o los deliciosos puerros con sésamo.

La cosecha: recoja los puerros según sus necesidades. La cosecha suele tener lugar entre 5 y 8 meses después de la siembra. Tire suavemente del puerro para no dañar o cortar el tallo. Si tiene dificultades para hacerlo, utilice una pequeña pala a unos centímetros del puerro deseado y haga palanca para sacarlo más fácilmente.

La conservación: puede conservarlos dos semanas en el cajón de verduras de su refrigerador. Se conservan casi 3 meses en el congelador. Póngalos en bolsas después de blanquearlos unos minutos, pasarlos por agua fría y secarlos cuidadosamente.

El truco del jardinero: asocie el puerro y la zanahoria. La mosca de la zanahoria no soporta el puerro y la del puerro no es fanática de la zanahoria. Tomates, lechugas y fresas también son buenas plantas compañeras del puerro, pero este no soporta la presencia de su primo la cebolla, ni de las remolachas y los frijoles.

Para saber si un puerro necesita ser regado, basta con observar su follaje: si está erguido y fuerte, todo está bien, no tiene sed. Si su follaje se marchita y se inclina hacia un lado, probablemente necesite un poco de agua.