Puerro Musselburgh

El Puerro Musselburgh es una variedad tradicional destinada a las cosechas de otoño, invierno y primavera. Este puerro produce fustes bastante cortos, tiernos y de excelente sabor. Es resistente a la roya y al crecimiento, lo que lo convierte en una variedad muy confiable. Se siembra de marzo a abril para una cosecha de noviembre a abril.

El puerro o Allium porrum es una planta herbácea bienal perteneciente a la familia de las Aliáceas. Originario de Asia central, era conocido por los egipcios ya 1500 años antes de nuestra era. Su follaje era entonces largo y muy fino. También era apreciado por los romanos. Su aspecto se asemejaba al de su primo la cebolla, con un fuste muy delgado y un bulbo bien abultado. Se sabe también que en la Edad Media ya se había introducido por toda Europa.

El puerro presenta largas hojas azul-verdosas o verde oscuro, anchas y envainantes que forman lo que se llama el fuste, es decir, la parte blanca que recuerda a un tallo. Este fuste es la parte más apreciada. Blanco, su sabor es muy fino y corresponde a la parte enterrada que no ha recibido luz. Al término del segundo año, produce un tallo coronado por una umbela esférica morada del tamaño de una pelota de tenis, que se ha convertido en el emblema de Gales.

Esta hortaliza muy resistente, cuyas variedades de invierno soportan temperaturas negativas del orden de -15 e incluso -20°C, puede sembrarse gran parte del año (de febrero a agosto). Considerado como una hortaliza de invierno, se puede cosechar en casi todas las estaciones. El puerro es rico en fibras alimentarias que facilitan el tránsito intestinal. También es rico en vitaminas C y B y en compuestos sulfurosos con propiedades antioxidantes. Se dice que, al igual que la cebolla, ayuda a reducir los niveles de colesterol en la sangre, entre otros beneficios.

Es bueno para la salud y también muy sabroso, su sabor se sitúa a medio camino entre el de la cebolla y el espárrago, lo que le ha valido uno de sus apodos, "espárrago del pobre". Principalmente se consumen el fuste blanco y las radicelas. Se utiliza en la elaboración de numerosos platos locales en todo el mundo. Es un elemento clave del tradicional pot-au-feu, pero también se consume en sopas, quiches, frío en vinagretas o incluso crudo cortado muy fino en ensaladas, etc. A los japoneses les gusta especialmente: se encuentra en muchas recetas como sushi y sashimi o los deliciosos puerros con sésamo.

La cosecha: recolecta tus puerros según tus necesidades. La cosecha suele tener lugar entre 5 y 8 meses después de la siembra. Tira suavemente del puerro para no dañar ni cortar el fuste. Si tienes dificultades en esta operación, utiliza una pequeña pala a unos centímetros del puerro deseado y haz palanca para sacarlo más fácilmente.

La conservación: puedes conservarlos dos semanas en el cajón de verduras de tu refrigerador. Se conservan varios meses en el congelador. Guárdalos en bolsas después de haberlos blanqueado unos minutos, pasado por agua fría y secados cuidadosamente.

El truco del jardinero: combina el puerro y la zanahoria. La mosca de la zanahoria no le gusta el puerro y la del puerro no es fanática de la zanahoria. Tomates, lechugas y fresas también son buenas plantas compañeras del puerro, pero este no soporta la presencia de su primo la cebolla, ni la de las remolachas y los frijoles.

Para saber si un puerro necesita ser regado, basta con observar su follaje: si está erguido, todo está bien, no tiene sed. Si su follaje se marchita y se inclina hacia un lado, probablemente necesite un trago de agua.