Remolacha de mesa Chioggia

De origen italiano, la remolacha Chioggia ha tomado el nombre de un encantador puerto de pescadores en el extremo sur de la laguna veneciana, donde parece haber sido cultivada inicialmente. Redonda y de piel rojiza, se vuelve muy gráfica una vez cortada. Su pulpa presenta anillos concéntricos blancos y rosados que causarán sensación cruda en ensaladas. Sus rayas se conservan muy bien con todos los métodos de cocción.

Esta variedad es muy temprana y puede ser cosechada 50 días después de la siembra inicial. Las hojas uniformemente verdes son deliciosas preparadas en mesclun o a la manera de espinacas. Prefiera los brotes jóvenes durante el aclareo, serán más tiernos.

Esta remolacha ofrece un rendimiento por m² generalmente entre 1,5 y 4 kg.

Las remolachas son vegetales raíces bienales. El primer año se dedica a la acumulación de nutrientes en la raíz. El segundo año, la planta extrae de esta reserva para producir la floración y luego la monta en semillas. La raíz comestible se cosecha en el primer año, pero si desea producir sus propias semillas, deberá esperar al año siguiente reservando algunas plantas para este fin. A veces llamadas zanahorias rojas o raíces rojas, sin embargo, las variedades de remolachas difieren por su color: existen rojas, blancas, amarillas, naranjas o rosadas, por sus formas cilíndricas, esféricas, ovales, etc. y por su contenido de carbohidratos. Se clasifican en tres grandes categorías, a saber

• las remolachas hortícolas comúnmente plantadas en los jardines,
• las remolachas azucareras cultivadas en campo abierto para extraer el azúcar,
• y finalmente, las remolachas forrajeras destinadas al ganado pero muy sabrosas en la alimentación humana.

La remolacha no solo es un alimento rico en carbohidratos, sino que también es conocida por su alto contenido de vitaminas y minerales, especialmente potasio.

Conservación: una vez arrancadas las remolachas, se dejan secar de nuevo durante un día completo en el suelo. Para conservarlas durante todo el invierno, se recomienda almacenarlas en un lugar fresco y oscuro como un sótano, una bodega. Para optimizar la conservación y preservar mejor las cualidades gustativas, puede enterrarlas bajo una capa de arena bien seca.

El consejo del jardinero: las remolachas deben ser plantadas a pleno sol pero también deben permanecer en un suelo fresco. Para mantener estas dos condiciones, recuerde cubrir con mantillo alrededor de las plantas.