Remolacha roja Cylindra

La Remolacha roja Cilindra Biológica es una variedad antigua de origen danés. Presenta una raíz cilíndrica y larga de 15 cm, con piel violeta brillante y pulpa roja, de sabor dulce y azucarado y textura fina, siendo mejor cosecharla joven. Su piel lisa es fácil de pelar. Estas semillas orgánicas se siembran de abril a junio para una cosecha de julio a noviembre.

Esta remolacha muy bonita con la piel casi satinada se pela con mucha facilidad, su forma muy regular hace que a menudo se use en rodajas. Los ingleses la llaman muy acertadamente "Cortadora de mantequilla" por su pulpa tierna con textura de mantequilla. Asada al horno, se distingue entonces de sus semejantes por un sabor suave ligeramente caramelizado.

Las siembras se realizarán preferentemente directamente en tierra abierta después de las últimas heladas para una cosecha hasta finales de otoño.

La raíz puede alcanzar 15 cm y el cuello sobresale altamente de la superficie del suelo. Cuando se ven 5 a 6 cm de raíz, es hora de cosechar.

Las hojas bien verdes con pencas moradas son deliciosas preparadas en mesclun o a la manera de espinacas. Prefiera los brotes jóvenes durante el aclareo, serán más tiernos. Las hojas de esta variedad tienen la particularidad de tener el sabor de la remolacha. Disfrute de este aperitivo antes de la cosecha de las raíces. El rendimiento de esta remolacha original ronda generalmente los 5 kg por m2.

Las remolachas son vegetales raíces bienales. El primer año se dedica a la acumulación de nutrientes en la raíz. El segundo año, la planta extrae de esta reserva para producir la floración y luego la formación de semillas. La raíz comestible se cosecha el primer año, pero si desea producir sus propias semillas, tendrá que esperar al año siguiente reservando algunas plantas para este fin. A veces llamadas zanahoria roja o raíz roja, las variedades de remolachas difieren sin embargo por su color: existen rojas, blancas, amarillas, naranjas o rosas, por sus formas cilíndricas, esféricas, ovaladas, etc. y por su contenido de carbohidratos. Se clasifican en tres grandes categorías, a saber

• las remolachas hortícolas comúnmente plantadas en los jardines,
• las remolachas azucareras cultivadas en campo abierto para extraer el azúcar,
• y finalmente las remolachas forrajeras destinadas al ganado pero muy sabrosas en la alimentación humana.

La remolacha no solo es un alimento rico en carbohidratos, sino que también es conocida por su alto contenido en vitaminas y minerales, especialmente potasio.

La conservación: una vez arrancadas las remolachas, se dejan secar de nuevo durante un día completo en el suelo. Para conservarlas durante todo el invierno, se recomienda almacenarlas en un lugar fresco y oscuro como un sótano, una bodega. Para optimizar la conservación y preservar mejor las cualidades gustativas, puede enterrarlas bajo una capa de arena bien seca.

El truco del jardinero: las remolachas deben plantarse a pleno sol pero también deben permanecer en un suelo fresco. Para mantener estas dos condiciones, piense en mulchar alrededor de las plantas.